La Delegación diocesana de Familia y Vida recomienda «aprender a descubrir a Dios en cada hogar»
Los Delegados de Familia y Vida de la Archidiócesis de Sevilla, Mª Dolores Sánchez y Juan Granado, exhortaron a las familias “a ser sembradoras de esperanza, construyendo y viviendo la Iglesia doméstica, aprovechando el confinamiento para vivir a fondo y recuperar el misterio en toda su grandeza, ya que la Iglesia está en casa, en el hogar, en la familia y ahora más que nunca es Iglesia Doméstica”.
Este miércoles 25 de marzo, en que la Iglesia Universal celebra el día de la Anunciación del Señor, la Delegación diocesana se hizo eco del mensaje que los Obispos de la Subcomisión Episcopal de Familia y defensa de la Vida dirigieron a las familias de España para “aprender a descubrir a Dios en cada hogar, y darnos cuenta de que juntos formamos ese Sacramento precioso que es la Iglesia».
«Es momento de orar juntos, de esforzarnos y hacer sacrificios que, ofrecidos a Dios, serán una penitencia saludable. Es momento de cuidarnos unos a otros y de practicar la misericordia, empezando por esa maravillosa obra de misericordia que nos llama a sufrir con paciencia los defectos del prójimo, dentro de la familia y con los más cercanos, señala el documento.
Sembradores de Esperanza
Teniendo en cuenta la situación provocada por el coronavirus, la celebración de la Encarnación del Señor Jesús tendrá este año una motivación especial. Refieren desde la Subcomisión Episcopal de Familia y defensa de la Vida que en esta Jornada por la «también son sembradores de esperanza los sacerdotes disponibles a atender las necesidades espirituales de los que se lo pidan y lo necesiten. El sacerdote es sembrador de esperanza estando al servicio de todos, como aquellos que tienen que seguir trabajando incluso sufriendo riesgos».
Se reconoce y encomienda a Dios «la ardua faena de los agentes de pastoral de la salud que continúan con su labor, en la distancia, por teléfono o por otros medios para ofrecerles ayuda continuamente»
Un “sí a la vida” lo dicen aquellos miembros de la Iglesia, especialmente los religiosos y religiosas y tantas personas que siguen manteniendo la acción caritativa: los comedores sociales, los centros de acogida para los “sin techo”, la pastoral penitenciaria, los voluntarios y trabajadores de Cáritas y todos aquellos que siguen abriendo las puertas cada día para atender a los más desfavorecidos, que nos recuerdan estos días que lo poco es un privilegio, quizás porque simplemente sea lo necesario.
«En esta Jornada de la vida tenemos que tener muy presente, de manera muy especial, a todo el personal sanitario, que está sembrando la esperanza con su entrega y buen hacer»
Iglesia doméstica
En la liturgia de la Iglesia Doméstica las televisiones, radios y plataformas digitales, pueden ser una ayuda que, aunque no podrán nunca sustituir la riqueza del encuentro personal con el Señor, sí son medios que nos pueden servir para sostener nuestra fe. Y, sobre todo, no olvidaros que toda la vida contemplativa de la Iglesia se une a vosotros sembrando esperanza y os acompañan en la oración desde la vida oculta de Nazaret.