Centro Amigo: adaptarse para combatir la COVID-19
Las medidas especiales debido a la COVID-19 no han dejado indiferente a ninguna de las Cáritas parroquiales y proyectos de Cáritas Diocesana de Sevilla, que han tenido que adaptarse a las circunstancias y tomar las medidas sanitarias y de seguridad necesarias. Es el caso de Centro Amigo, centro residencial para personas en situación de sin hogar, que ha vivido un cambio significativo en su día a día y en la vida de todas las personas residentes.
Desde la primera declaración del estado de alarma se reestructuraron todas las actividades diarias del Centro Amigo para cumplir con las medidas recomendadas, suspendiendo todas las actividades en el exterior, el voluntariado se quedó en casa y se comenzó a trabajar con los residentes para que entendieran la situación y las medidas a adoptar. Se intensificó la higiene personal y de espacios, y Cáritas Diocesana hizo un esfuerzo constante para conseguir EPIS en los momentos más duros del confinamiento.
En la casa, se realizaron actividades que pudieran facilitar la convivencia, la dureza de estar encerrados y que suplieran la sensación de sentirse al aire libre. Además, desde las diferentes áreas de trabajo del Centro se ha realizado un trabajo adaptado a la situación, por ejemplo, el área psicológica ha realizado una sesión semanal para acompañar la sensación de encierro; o el área médica ha informado de las noticias que se iban dando, intentando centrar su mensaje en lo positivo.
Hay que destacar que las personas residentes se han sentido arropadas en todo momento en la distancia, ya que el voluntariado que les suele acompañar de forma fija ha estado en contacto a través de llamadas y vídeos que han ido haciendo más llevadera la situación.
Ha sido un tiempo complejo, pero del que también se puede sacar una lectura positiva ya que ha ayudado a compartir, reflexionar y pensar en sus vidas, siempre acompañados por los profesionales del Centro que también se muestran agradecidos por la actitud, comprensión y compromiso de todas las personas residentes en estos días.
Con las nuevas fases que están llegando y llegarán, el proceso se realizará de la misma manera: con sumo cuidado y con todas las medidas pertinentes de seguridad, al ser un centro de tipo residencial con personas en su mayor parte de riesgo, donde no se puede tener un tropiezo.
Aunque ya se están haciendo algunas actividades, siempre con prudencia, queda todavía trabajo de concienciación por delante, de aprender a mantener una distancia de seguridad prudente con personas a las que queremos, de retomar cuestiones que antes eran muy básicas y sencillas como las visitas, los paseos, el ir a tomar café… en todas estas cuestiones se irá equilibrando el bienestar individual y la protección del conjunto, ya que el objetivo seguirá siendo que el virus no se cuele en Centro Amigo. Han sido semanas complejas, aunque gracias a Dios, ninguno de los residentes ha contraído la enfermedad. Y eso es el mayor gozo que se puede contar de este tiempo, saber que el esfuerzo, la dedicación y las renuncias han supuesto bienestar en los acogidos y acogidas de Centro Amigo.