Finaliza la primera fase de intervención en la Parroquia Santa María Magdalena
La primera fase de intervención en los paramentos verticales y la bóveda de la nave central en la zona del coro alto de la Parroquia Santa María Magdalena de Sevilla han finalizado tras meses de trabajo y a pesar del receso por la crisis sanitaria.
La obra ha sido co-financianda con fondos propios de la Parroquia Santa María Magdalena y la aportación del Arzobispado de Sevilla, lo cual “muestra el compromiso por la recuperación patrimonial y su puesta en valor, que no puede cesar a pesar de las enormes dificultades actuales», refieren desde la Delegación diocesana de Patrimonio Cultural.
Recuperación histórica y artística
La intervención de restauración de los valores estéticos de la decoración, así como la recuperación de este lugar adaptado para albergar un espacio de exposición, inició el pasado mes de noviembre, labores que han permitido recuperar y mostrar obras de interés histórico y artístico que atesora la parroquia.
La dirección de la obra estuvo a cargo de los técnicos adscritos a la Delegación de Patrimonio, Agustín Martín de Soto y Antonio Gamero, supervisada por una comisión conformada por el delegado de Patrimonio Cultural, Antonio Rodríguez Babío, el párroco de Santa María Magdalena, Francisco Román y el arquitecto Miguel López.
En el equipo de restauración participaron seis especialistas en conservación y restauración seleccionados dentro del programa ´Emplearte´, en el que se ofrecen oportunidades laborales a jóvenes que comienzan su trayectoria profesional tras colaborar en proyectos del Arzobispado de Sevilla.
Labores de limpieza y restauración
La intervención ha consistido en la limpieza general y eliminación de los restos de hollín y polvo acumulados e incrustados en los paramentos, tras la exposición a diversos agentes y carente un mantenimiento adecuado.
La limpieza se ha ejecutado con una aplicación de geles rígidos de Agar Agar, retirando la suciedad incrustada en los muros. Se ha hecho un repaso y sellado de todas las grietas de la bóveda, se ha consolidado las capas de enlucido de mortero que se encontraban con peligro de desprendimiento, adicional al reintegrado puntualmente de elementos volumétricos necesarios para su correcta lectura visual e reintegración cromática de la decoración pictórica tanto ornamental como figurativa.
En esta fase se ha realizado una restauración de las vidrieras por parte de una empresa especializada, con la finalidad de darle consolidación y sellar las posibles filtraciones de agua, añadiendo en el exterior una lámina de vidrio con protección de la iluminación ultravioleta, para evitar posibles daños.
Tras la retirada de los andamios y una vez concluida la primera fase, se vislumbra la luminosidad de los muros, la blancura de sus yeserías y la intensidad en los elementos policromados que se disponen a lo largo de sus naves. «Una apariencia que cambia la percepción que tenemos actualmente del templo».
Estos días se ha procedido al montaje de los andamios para continuar con la segunda fase de intervención, que cuenta con una previsión de tres meses de trabajo y en la que se contempla la ejecución de las naves laterales del coro alto, culminando así el proyecto.
