Cáritas de Sevilla atendió a 46.319 personas durante 2022
Cáritas Diocesana de Sevilla ha presentado la mañana de este martes su memoria anual. En el informe, se alerta de una “exclusión persistente, agudizada por la subida de los precios y el lastre de los alquileres”.
La rueda de prensa, celebrada en el aula Antonio Domínguez Valverde, del arzobispado de Sevilla, ha contado con la participación del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, del vicario episcopal para la Pastoral Social, Salvador Diánez y del director de Cáritas Diocesana de Sevilla, Mariano Pérez de Ayala.
Acompañamiento a familias
Pérez de Ayala ha informado que Cáritas de Sevilla ha invertido casi trece millones de euros durante 2022 en su labor de acompañamiento a más de 14.500 familias atendidas por las Cáritas parroquiales. Según los datos difundidos, durante el año pasado la institución caritativa extendió su ayuda a un total de 46.319 personas. De ellas, 43.791 –encuadradas en 14.597 familias– fueron beneficiarias de la acción social desarrollada por las 257 Cáritas parroquiales que conforman la red territorial de Cáritas en la Archidiócesis.
En este sentido, el número de intervenciones alcanzó las 111.987. “Tanto el número de familias como el de intervenciones, que se mantuvieron en niveles muy próximos a los de 2021, contrastan con el volumen de la inversión realizada, que sí experimentó un importante incremento –un 22,32%–, hasta superar ampliamente los cinco millones de euros (5.285.745 euros), concentrado en los capítulos de suministros, vivienda y alimentación”, ha detallado el director de Cáritas Diocesana de Sevilla.
En esta línea, a las personas acompañadas por las Cáritas parroquiales y los servicios de información y asesoramiento (523) se suman las personas atendidas por los equipos especializados de la institución: personas sin hogar y en situación de grave exclusión (449), migrantes en situación de vulnerabilidad (629), personas en paro (605), menores (499), mayores (259) y mujeres (222).
Realidad social desbordante
Según la valoración realizada, los datos revelan dos tendencias sociales que parecen determinar la “realidad social desbordante que afrontan los grupos de Cáritas. Por un lado, la persistencia de las condiciones de exclusión, con situaciones de pobreza que se cronifican. Y, por otro, el empeoramiento de la situación de los hogares más vulnerables, golpeados ahora de nuevo por el incremento generalizado de los precios de los bienes y servicios esenciales y el lastre principal del coste del alquiler de la vivienda”.
Exclusión y precariedad: ni empleo ni protección
Junto al impacto de la crisis inflacionaria, la memoria incide en “otros factores de orden social que están determinando las condiciones de exclusión y precariedad de las personas atendidas”.
El análisis se refiere, en primer término, “a la persistencia de condiciones del mercado de trabajo como la temporalidad, la parcialidad, la baja remuneración, la actividad sumergida e irregular o la falta de derechos”.
Además, Cáritas advierte de las limitaciones estructurales de una protección social “de baja extensión y baja intensidad”, a las que se añaden “las situaciones de colapso administrativo, los retrasos, la inaccesibilidad presencial o los graves impedimentos de la brecha digital en los colectivos destinatarios, que agravan aún más su indisponibilidad”.
Para Cáritas, “es necesario reiterar la denuncia de las dificultades en los procesos de regularización, la imposibilidad de acceder a las citas y la lentitud en los procesos administrativos, especialmente en el caso de los solicitantes de protección internacional”.
Además, los equipos de Cáritas están denunciando la falta de recursos públicos dispuestos en la lucha contra el sinhogarismo y, particularmente, las graves e inaceptables deficiencias en la atención de las personas con problemas de salud mental.
Casi 13 millones de euros invertidos y 2.700 personas voluntarias
Junto a la labor social, la memoria presenta también el resumen de las cuentas anuales, que reporta una inversión total de 12.978.870 euros. De ellos, 8.487.510 fueron aplicados por Cáritas Diocesana y 4.491.360 por las Cáritas parroquiales.
Por su parte, los ingresos ascendieron a 10.862.341,21 euros. Más del 70% tuvo su origen en la aportación de las comunidades cristianas, de los socios y donantes, y de otras contribuciones privadas.
«Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad, somos esperanza»
Al cierre de 2022, Cáritas contaba en Sevilla con 2.697 voluntarios y voluntarias.
Con ocasión de la solemnidad del Corpus Christi –identificado por la comunidad católica como Día de la Caridad–, Cáritas ha presentado también su nueva campaña de sensibilización, que se pone en marcha estos días y con la que se trabajará durante el próximo curso bajo el lema «Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad, somos esperanza».
La campaña tiene como objetivo concienciar sobre la realidad de la pobreza, alentando a la acción social, al compromiso activo y a la solidaridad material como vías para luchar contra ella.