CARTA AL PREGONERO Y A ALGUIEN MÁS
De la misma manera que le han hecho en estos meses decenas de entrevistas, en estos días le están escribiendo decenas de artículos. Pero el mío no podía faltar, aunque quizás peque de poco original. Me da igual. Usted y yo, D. Francisco, nos conocíamos prácticamente de vista. Y resulta que un servidor es nombrado Párroco de San Vicente Mártir por el Sr. Arzobispo y, por lo tanto, Director Espiritual de la Hermandad de la Santísima Vera+Cruz, de la que usted es el Hermano Mayor. Allí que me encajé en la Capilla del Dulce Nombre de Jesús en pleno mes de julio, casi de incógnito, y le conocí mejo. Y compartió conmigo, generosamente, su amor y devoción por el Stmo. Cristo de la Vera+Cruz y por María Stma. en sus Tristezas. Y nos hicimos amigos y hermanos. Desde entonces, han sido innumerables los buenos detalles que he recibido de usted y de sus compañeros de Junta de Oficiales, varios de los cuales, entre ellos usted, me han perdonado mi condición de sevillista. Y desde aquel día, nos tuteamos.
Querido Quico: estoy muy contento de que Sevilla vaya a escuchar tu Pregón. Nos vas a abrir tu corazón, que es tan grande que en ese Pregón vamos a caber todos los que, de una manera o de otra, hacemos la Semana Santa. Sé que unos cuantos que te queremos estaremos cerca de ti cuando toques esa cruz tan especial que llevarás en el bolsillo, hecha con la materia más noble de Sevilla, y bendecida en la intimidad de una noche en la sacristía de nuestra Parroquia.
Pero permíteme que esta carta vaya también dirigida a alguien especial para ti y cuya dulzura, bondad y fuerza te han ayudado a escribir tu pregón. Pili, tu esposa. Y, por supuesto, también a vuestro hijo Curro, que se va forjando en las mismas trabajaderas que llegasteis a compartir, y que van anunciando la Victoria de Cristo desde ese barrio cuyo nombre suena a futuro de esperanza: Porvenir. A Pili y Curro, Sevilla os debe un agradecimiento, porque os expropiamos al esposo y padre para hacerlo Pregonero. Pero es que los cofrades, la Iglesia Hispalense, necesitábamos el Pregón de Quico. En la parte que me toca, mi gratitud, mi cariño y mi bendición. Cristo guiará tu voz, Pregonero, y su Madre Bendita intercederá por ti.
Marcelino Manzano.
@Marce_Manzano
Publicado en El Correo de Andalucía.
Foto: semanasantasevilla.blogspot.com