Carta del arzobispo a los niños de Sevilla
Monseñor Asenjo lamenta que en ocasiones nos mostremos indiferentes ante sufrimiento y las necesidades materiales y espirituales de tantos niños. En esta línea, propone a los niños que, como cristianos, sean “los primeros en mostrar nuestro amor de hermanos a todos los niños y niñas de los países pobres del tercer mundo que carecen de tantos bienes, alimentos, cultura, medicinas, etc”. “Sería bueno que fuéramos capaces de ponernos en el lugar de esos niños y niñas. Imaginaos que vivís en sus países, con sus carencias y necesidades, con sus inquietudes y esperanzas. De esta forma, podemos también sentirnos como ellos y comprender toda la ayuda y el cariño que necesitan de nosotros”, añade mons. Asenjo.
Finaliza la carta apuntando vías para la colaboración con esta infancia necesitada, con la oración –solos o en familia, comunidad, etc-, o colaborando económicamente con lo poco que den de sí los ahorros. El arzobispo concluye la carta afirmando que se siente “orgulloso de todos vosotros y de vuestro amor a las misiones”. Finaliza pidiendo a Dios que les dé “un corazón sensible y solidario con los sufrimientos de los demás”.