“Casarse es la decisión más trascendental en la vida de una persona, y hay que estar preparados para ello”
La Pastoral familiar es una de las prioridades de la Archidiócesis de Sevilla. Así consta en los planes pastorales diocesanos, y una de las consecuencias es la creación de los cinco centros diocesanos de orientación familiar existentes (próximamente verá la luz el COF on line). La cabeza visible de esta tarea es el matrimonio formado por Juan Manuel Granados y María Dolores Sánchez-Campa. Ellos insisten en que no es cosa suya, tienen el apoyo constante del arzobispo y cuentan con un magnífico equipo sin el que ninguno de los proyectos iniciados sería hoy posible.
¿Cuándo recibieron esta responsabilidad de la pastoral familiar?
Juan Manuel.- En el año 2005. Hasta entonces colaborábamos con el anterior delegado, el sacerdote jesuita Rafael Navarrete, en algunas tareas de esta área.
¿De dónde partían y dónde estamos en este campo pastoral?
María Dolores.- Siempre hemos tenido muy claro que hace falta tener una buena formación, también en este campo. Creo que se ha mejorado la atención que se presta a las parejas que se encaminan al matrimonio, y eso se debe reflejar en lo que viven cuando acuden a los cursillos prematrimoniales.
JM.- Casarse es la decisión más trascendental en la vida de una persona, y hay que estar preparado para ello, hay que saber qué se va a hacer.
También depende de su delegación la atención a las personas separadas o divorciadas.
MD.- Sí. Lo primero que hicimos fue preparar unos materiales para el trabajo en este campo, y a la primera reunión que convocamos fueron 70 personas.
JM.- A partir de ahí se han formado cuatro grupos de seguimiento, tres de mujeres y uno de hombres. Es un proyecto de crecimiento espiritual, de transformar este dolor o esta circunstancia de su vida en un camino de santidad.
MD.- Creemos que se hace mucho bien a estas personas, y ya sabemos que el proyecto se va a desarrollar pronto en Córdoba.
Los centros de orientación familiar, los COFs, son quizás la aportación más llamativa de la pastoral familiar ¿Qué valoración hacéis de esta andadura?
MD.- Extraordinaria. De hecho, hemos visto que no podemos dar respuestas en varios ámbitos de la pastoral si no tenemos el respaldo de los COFs.
JM.- Pensamos que todas las personas tenían derecho a ir a un sitio donde les pudieran informar del magisterio de la Iglesia en este campo. Los COFs son un instrumento importantísimo, allí se atiende a la persona en todas sus facetas.
¿Con qué ayudas cuentan para sacar adelante los COFs?
MD.- Recuerdo que don Juan José, al inicio de este proyecto, decía que quería uno no… ¡Uno por vicaría!, porque la Iglesia tenía que estar cercana al pueblo, y ya son cinco los COFs existentes. El primero fue el de Dos Hermanas, donde tuvimos el apoyo entusiasta de don Antero Pascual. No me olvido de que que el arzobispo se desplazó hasta Dos Hermanas, habló con los hermanos mayores de allí y las hermandades respondieron. Y este modelo de cooperación se ha repetido en el resto de centros. Además, se ha dado el caso de hermandades que han dedicado la obra social de la coronación de su titular a ayudar a la pastoral familiar.
La delegación es de familia… Y vida
JM.- Cuando llegamos en 2005 promovíamos iniciativas para informar de los métodos naturales de fertilidad. También se promovió el proyecto Teen Star de educación afectivo sexual. Todo ello relacionado con la defensa de la vida. Y de ahí pasamos al Proyecto Raquel.
MD.- Raquel es un método de acompañamiento a personas que sufren el trauma postaborto, que surgió en Madrid de la mano de Spei Mater.
JM.- Comenzamos con este proyecto en mayo de 2013. Pues bien, hasta abril de este año se han atendido a 41 personas, que tenían entre 16 y 62 años, lo cual da una idea de hasta dónde llega el dolor por un aborto.
MD.- En algunos casos ha sido una vida entera con ese sufrimiento, por ello es un trauma, aunque no se quiera hablar de esto.
JM.- Después hemos dado otro paso, el Proyecto Ángel, en el que se atiende a personas que, por un embarazo no deseado, piensan en el aborto. Ya hemos empezado con algunas personas, y de lo que se trata es de ver qué razones les llevan a plantearse al aborto. Nos preocupa la persona.
¿Es posible no llevarse los problemas a casa?
MD.- Lógicamente, tenemos un corazón y sufrimos con los demás. No podemos hacer tabla rasa, lo ponemos en las manos de María y vemos en estas personas un rostro de Jesús crucificado que grita por qué. Sabemos que en el fondo somos un instrumento y que estamos aquí por un servicio. Si supiera cuántas veces vemos que Dios interviene… Nos ayuda el carisma del Movimiento de los Focolares, al que pertenecemos los dos, que lleva a amar al hermano hasta dar la vida. Pero sabemos que somos hijos de Dios, y que es Él quien resuelve las cosas.
JM.- Yo cada caso se lo presento a Dios inmediatamente, y lo pongo bajo el manto de María. Y, como dice Mariloli, en el camino vemos cuánto interviene.
Pero no están solos
JM.- De ninguna manera, Desde 2005 hasta hoy se nos han ido presentando situaciones que hemos ido atendiendo poco a poco. Cada proyecto ha requerido un tiempo, un acompañamiento y las personas adecuadas para llevarlo adelante. Tenemos un equipo extraordinario en la delegación, varios matrimonios, un consiliario (don Carlos Rodríguez), etc. Sin ellos nada sería posible.
¿Nos hemos dejado algo fuera?
MD.- La acción de la Iglesia diocesana en este campo es más amplia. Podríamos hablar de la pastoral familiar en las parroquias, de la formación a través del Instituto Superior de Ciencias Religiosas (una escuela de familia de dos años) o el master de pastoral familiar.