Seguro que habrás escuchado muchas veces lo importante que es la comunicación en el matrimonio. Y no sólo en el matrimonio; la comunicación es necesaria para el buen desarrollo de las relaciones sociales.
Sabemos que la comunicación ha de ser fluida, frecuente, en términos asertivos, … Pero podemos conocer muy bien la teoría, y después llega la realidad. Y muchas veces esa realidad se traduce en discusiones continuas, gritos, enfrentamientos. Puede ocurrir entonces que la cuerda se vaya tensando cada vez más, y sintamos que nuestro matrimonio no funciona como debiera.
La experiencia en los Centros de Orientación Familiar diocesanos de Sevilla, nos dice que un gran número de crisis en los matrimonios tienen como raíz una mala comunicación. Por ello, los matrimonios de acogida y los profesionales que atienden gratuitamente a quien acude a un COF, invitan a cuidar el diálogo y la comunicación en el matrimonio.
Y qué duda cabe de que gran parte de la comunicación que tenemos a diario la hacemos con palabras. Por eso es muy importante también el cuidado de la palabra.
Con nuestras palabras podemos hacer cielo a nuestro alrededor,
u oscurecer el ambiente.
Transformar nuestro entorno, y cambiar el mundo.
La palabra puede ser fuente de vida y amor, o de división, odio y muerte.
Las palabras siempre están cargadas de contenido.
Por eso debemos ser especialmente cuidadosos con las palabras que utilizamos al comunicarnos. Hace unos días, en los 10 minutos con Jesús, nos hacían reflexionar precisamente sobre todo esto. Y nos lanzaban una curiosa invitación para empezar a ser conscientes de cómo usamos las palabras: coger papel y bolígrafo, y hacer examen del uso de nuestras palabras. Una buena manera de darnos cuenta de si hay algo que debamos cambiar… Y no olvidemos un consejo que también nos dan, y que nos puede ayudar mucho en nuestras relaciones: “pensar sobre los demás como me gustaría que pensaran sobre mí.”
Os invitamos a escuchar estos 10 minutos, y a poner en práctica los consejos para mejorar la comunicación mediante la palabra. Pincha aquí.