¿Abuela, o suegra? Son la misma persona, pero es evidente que la connotación cambia cuando la designamos con una palabra u otra. Si decimos “abuela”, nos vienen a la mente palabras amables y se nos dibuja una sonrisa.
Sin embargo, vamos a probar con la palabra “suegra” … No es lo mismo, ¿verdad? Ocurre que, a veces, esa misma persona, cuando ejerce el papel de suegra, está actuando como un tercero en discordia dentro del matrimonio. Y esto puede llevar a situaciones verdaderamente dolorosas para el matrimonio, incluso a la ruptura del mismo.
En estos casos, el primer paso es reconocer que existe un problema para, a continuación, tratar de ponerle solución. Cuando esto resulta difícil, es bueno acudir a una ayuda externa. En los Centros de Orientación Familiar diocesanos de Sevilla hay matrimonios de acogida y profesionales que, de forma gratuita, os pueden ayudar.
Cuando una pareja se casa, se “separa” de alguna manera de sus respectivas familias de origen, para crear su propia familia. Este proceso puede no ser fácil para uno de los dos cónyuges y/o para su madre. Pero el matrimonio debe trabajar para integrar las “relaciones externas”, de modo que sean una fuente de riqueza y crecimiento para el matrimonio, y no todo lo contrario.
En el caso de la madre, se puede dar también la situación de que el hijo sea emocionalmente dependiente de ella. Si a ello se une la mamá interventora, entonces el cóctel puede ser tremendo. Hay que ponerse a trabajar cuanto antes, por el bien del matrimonio. En este artículo de Aleteia se dan claves para situar el problema, y pautas para buscar soluciones.