Hoy día se habla mucho de equilibrar (o conciliar) familia y trabajo. Pero, ¿qué significa realmente lograr ese equilibrio? En este artículo, intentaremos dar algunos ‘tips’ o recomendaciones concretas para orientar ese intento por equilibrar estos dos ámbitos esenciales en nuestra vida.
A mi entender, el equilibrio consiste en lograr la felicidad y sentirse a gusto con la vida que llevamos. Tiene que ver con lograr cierta paz interior y quitar de nuestra conciencia cualquier “culpa” de no estar haciendo bien las cosas. Es una paz que va más allá de los agobios, cansancios o corridas; no significa ausencia de estos, sino que es una paz consecuente de tener claro el camino que queremos recorrer y de tener la certeza de que –aún con algunos desvíos– nos mantenemos en la ruta correcta.
Muchas veces me preguntan por la receta mágica para lograr el equilibrio familia-trabajo. Sin embargo, está claro que no existe esa receta mágica, de la misma manera en que la magia no existe. La magia es un conjunto de “trucos” que cada mago practica y adapta a su propio estilo. Así, las estrategias para conciliar son únicas y personales para cada persona o familia, aunque puedan darse algunos consejos genéricos que ayuden y orienten a su logro.