¿En qué podemos ayudarte?

Trabajar para vivir, y no vivir para trabajar. El principio está claro, pero la realidad es que la desproporción en los tiempos de dedicación por parte de uno de los cónyuges, y a veces incluso por ambos, pueden hacer mucho daño a la familia (ausencia de uno de los cónyuges en el día a día, falta de atención a los hijos…). También se plantea un escenario diferente para la familia por la pérdida de trabajo de uno de los cónyuges. La labor de acompañamiento de los matrimonios de acogida y de los profesionales de los COFs procura una primera tarea de reconocimiento de la situación y sus consecuencias, para tratar después que el matrimonio establezca un orden común de prioridades, sobre el que reconstruir las deterioradas relaciones familiares.