Casi seguro que habrás escuchado más de una vez comentarios sobre el Reggaeton. Esa música con tanto ritmo, que anima las fiestas de adolescentes y jóvenes, y les acompaña casi de continuo en sus reproductores. La pregunta que nos hacemos es si la escucha de Reggaeton, y los vídeos que acompañan las canciones, es inocente o puede tener efectos en nuestros hijos.
Si le preguntas a un adolescente, te puede responder que lo escucha porque tiene ritmo y anima. Pero añade que sabe que algunas letras dicen cosas que “no son buenas”. Claro. Pero para darte una respuesta así, ese adolescente o joven tiene que estar bien formado. Y aún así…
Y hemos tocado un tema esencial: la formación. Si siempre ha sido importante, quizás hoy en día, por las influencias externas constantes y difíciles de controlar por los padres, la formación afectivo sexual es fundamental. Por eso desde los Centros de Orientación Familiar diocesanos de Sevilla se ofrece este tipo de formación para adolescentes siguiendo el programa TeenStar.
Volviendo al Reggaeton, compartimos un interesante artículo publicado en Aleteia, en el que se entrevista a María Pía Rodríguez Regordosa, experta en pedagogía, orientación familiar, psicología y desarrollo humano. En él habla sobre los daños que este género musical está causando, hasta el punto de calificarlo en ocasiones como pornografía auditiva y sus vídeos como abuso sexual.
Y es que las canciones de este género, en su mayoría, hablan de sexo en su vertiente física, totalmente desligado de lo espiritual, de la entrega y el amor incondicional. Este mensaje, repetido machaconamente, puede calar en quienes aún no tienen la suficiente madurez. Presentan el sexo sin amor. Relaciones de usar y tirar. Cuando nuestros hijos lo que necesitan es que se les hable de la Belleza de la sexualidad, como algo querido por Dios, para vivir plenamente en la relación matrimonial entre un hombre y una mujer.
Como nos dice Pía Rodríguez, “todo tiene su momento y su lugar, y hay que aprender a respetarlo, para evitar un sufrimiento innecesario.” Puedes leer el artículo aquí.