Congreso Nacional del Laicado: La Archidiócesis de Sevilla presenta sus propuestas al Congreso Nacional de Laicos
Más de dos mil laicos españoles se dan cita este fin de semana en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid. El motivo no es otro que el Congreso Nacional de Laicos, organizado por la Conferencia Episcopal Española (CEE) bajo el lema ‘Pueblo de Dios en salida’. La delegación de la Archidiócesis de Sevilla en esta cita nacional del laicado español es una de las más numerosas. Buena prueba de la relevancia que se ha dado desde Sevilla a este encuentro es el hecho de que el Arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, acuda a Madrid al frente de más de medio centenar de personas que representan las distintas sensibilidades y carismas del laicado asociado sevillano.
La Iglesia en Sevilla llega con los deberes hechos a este congreso. Durante el pasado año, los laicos de la Archidiócesis han llevado a cabo un trabajo pormenorizado con objeto de llegar a esta cita nacional del laicado con una foto fija de su papel en la Iglesia y la sociedad sevillanas. Enrique Belloso, delegado diocesano de Apostolado Seglar, calificó esta fase diocesana con una nota alta, respaldada, en primer lugar, por la alta participación, “lo que indica que formamos parte de una Iglesia viva, atenta al momento que vivimos y a los retos que tenemos ya delante nuestro”.
En efecto, la fase preparatoria del congreso en Sevilla suscitó una alta participación. Concretamente, 8.463 personas repartidas en 543 grupos respondieron al cuestionario de preparación del congreso. Las cifras de esta etapa preparatoria muestran pistas sobre la presencia y acción pastoral del laicado sevillano. Así, destaca que los grupos vinculados a parroquias representan un 41% del total encuestado, el 29% se presenta como miembro de hermandades, a movimientos y asociaciones laicales pertenece el 22%, y a otras entidades eclesiales un 8%. Cabe destacar, igualmente, otro dato positivo: en este proceso participaron todos los arciprestazgos de las seis vicarias territoriales.
Una delegación plural y representativa de la Archidiócesis
En la delegación sevillana que acude al congreso están representadas realidades eclesiales tan variadas como las comprendidas en las delegaciones diocesanas de Catequesis, Familia y Vida, Enseñanza, Juventud, Pastoral Universitaria, Hermandades y Cofradías, así como movimientos y asociaciones, entre los que destacan Cursillos de Cristiandad, Equipos de Nuestra Señora, Comunidad de Vida Cristiana (CVX), Seglares Claretianos, la Institución Teresiana, Comunidades Neocatecumenales, Acción Católica, Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Este elenco de participantes se completa con una delegación de la CONFER Diocesana y representantes de instituciones formativas y laicales procedentes de las vicarias territoriales de la Archidiócesis.
La delegación sevillana mantuvo un último encuentro preparatorio antes de partir a Madrid. En él se presentó el Instrumentum Laboris elaborado por la CEE, con las aportaciones de todas las diócesis. Enrique Belloso, se adelantó a la finalización del congreso y afirmó que “todo este proceso viene a constatar la vitalidad, diversidad y unidad de la Iglesia en Sevilla”. En esta cita preparatoria convocó al laicado sevillano para la vigilia diocesana de Pentecostés, que se celebrará en la Catedral de Sevilla el sábado 30 de mayo, festividad de San Fernando, y allí será cuando se presenten las aportaciones realizadas al Congreso y sus conclusiones, “con el fin de acogerlas y ofrecerlas al Pueblo de Dios en Sevilla”.
“Regeneración de la vida pública”
Entre las propuestas que la delegación de Sevilla lleva al congreso, destaca “la necesidad de una regeneración de la vida pública, desde una llamada al bien común y a la participación”. Además, se llama la atención sobre “el individualismo creciente y los vínculos líquidos que conforman nuestra convivencia”, y, por consiguiente, sobre la necesidad de “reconstruir nuevos escenarios de presencia, generando una deliberación ética sobre los fines de la sociedad. Hay que estar, por tanto, más en impulsar procesos que en ocupar espacios de poder”. Se subraya también la conveniencia de “una economía al servicio de las personas a través de la honestidad fiscal, el rechazo de la corrupción, el consumo responsable, las finanzas éticas, discriminación positiva hacia empresas sociales, el ejercicio responsable profesional y familiar”.
Como se ha encargado de recordar el Arzobispo, el Congreso Nacional de Laicos no es punto de destino ni un objetivo en sí mismo. Todo el trabajo que se lleva realizando en Sevilla, no ya en esta fase preparatoria sino más concretamente durante la última década, debe desembocar en un estilo de trabajo, en una forma de ser y actuar. En definitiva, en una presencia proactiva de los laicos en la Iglesia y la sociedad.