Consejos de mons. Iceta a los monitores de cursillos prematrimoniales
El Obispo de Bilbao, mons. Mario Iceta, ha dirigido las VII Jornadas diocesanas para monitores de cursillos de preparación al matrimonio y a la vida familiar, que se ha celebrado el sábado en el Seminario Diocesano. El ponente es presidente de la Subcomisión de Familia de la Conferencia Episcopal Española y ha participado en el reciente Sínodo de la Familia que se ha celebrado en el Vaticano.
En su doble exposición, mons. Iceta ha destacado la necesidad de una conversión pastoral que afecte al estilo y lenguaje, y ha afirmado que “la vida cristiana es una respuesta al don que he recibido, respuesta a la vocación”. Al igual que sostuvo en la ponencia con la que cerró la tarde anterior la Semana de la Familia, ha subrayado la conveniencia de un acompañamiento. En este sentido, ha señalado que “los jóvenes pueden obtener una mayor confianza en la elección matrimonial gracias al ejemplo de las familias en la comunidad eclesial”. En cuanto a la duración de esta preparación inmediata al matrimonio, mons. Iceta ha hecho una comparativa ‘lapidaria’: “para sacerdote estamos seis años en Seminario, y para el matrimonio la preparación es de diez horas”.
Se necesita un «conocimiento de la psicología de la familia”
Ha recordado que la preparación al matrimonio está enraizada en la iniciación cristiana, y ha asegurado que la familia es “uno de los grandes colchones de la crisis”. En alusión a la preparación de los monitores de estos cursillos, ha recomendado “un oportuno conocimiento de la psicología de la familia”, como ayuda para “transmitir la visión cristiana de modo eficaz”.
Ha recomendado el cuidado incluso de la celebración nupcial –“también es una ocasión propicia para invitar muchos a que se acerquen al sacramento de la reconciliación y la Eucaristía”- y ha abogado por “hacer de la parroquia un hogar para la familia”, ya que la parroquia es “el lugar donde cónyuges expertos se ponen al servicio de los demás”.
“Situaciones complejas”
En la parte final de su ponencia ha enumerado una serie de “situaciones complejas” que precisan de ayudas, “cuanto antes mejor”. Así, ha señalado que cuando los esposos experimentan problemas en sus relaciones deben contar con la ayuda y el acompañamiento de la Iglesia: “saber perdonar y sentirse perdonados es una experiencia fundamental en la vida familiar”, ha añadido. La cercanía de la Iglesia ha sido una constante en su alocución, y ha advertido de la necesidad de una pastoral de la conversión y la reconciliación. Por otro lado, ha subrayado el testimonio de “quienes en condiciones difíciles no emprenden una nueva unión manteniéndose fieles al vínculo sacramental. Ellos –añadió- merecen el reconocimiento”.
El Obispo de Bilbao finalizó con una pregunta clave que se debe hacer toda persona que se encuentre inmersa en una de estas ‘situaciones complejas’: “¿Tú cómo estás ante Dios?”. En este sentido ha abogado por “humildad, amor a la iglesia y búsqueda sincera de la voluntad de Dios”.