Conservación del patrimonio, acción pastoral y asistencia social, prioridades económicas de la Archidiócesis de Sevilla en 2016
La Archidiócesis de Sevilla ha presentado esta mañana su informe anual de cuentas, concretamente el correspondiente al ejercicio 2016. En la rueda de prensa han participado el Arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, y el ecónomo diocesano, Alberto Benito. Un informe donde destacan los gastos en conservación de edificios y patrimonio (partida a la que se destina más del 30% del balance consolidado) y en labor pastoral y asistencial (en torno al 20%).
43.658.063,93 euros de presupuesto consolidado
Actividad litúrgica, actividades educativas y de formación, evangelización y labor social en el extranjero, asistencia, protección de patrimonio cultural y actividad pastoral. Estas son las grandes partidas presupuestarias de la Archidiócesis de Sevilla en su último ejercicio. Unas cuentas cuyo gasto total consolidado asciende a 43.658.063,93 euros. De este montante, la mayor parte (un 32,66 %, es decir, 13.640.995,32 euros) ha sido destinado a la conservación de edificios. Por otra parte, se ha invertido 8.293.342,18 euros (el 19,86 %) en sufragar acciones pastorales y asistenciales. Esta partida, además, incluye la ayuda a la Iglesia universal que alcanza los 2.318.685,13 euros. Destacan, igualmente, los más de cinco millones y medio de euros dedicados a programas de rehabilitación y a la creación de nuevos templos. Los gastos de la Archidiócesis se completan con la partida destinada a la retribución al clero (el 17,55 % del presupuesto consolidado), retribución del personal seglar (16,10 %), las aportaciones a los centros de formación (0,41 %) y otros gastos extraordinarios (57.585,28 euros). Benito ha subrayado que «gastamos lo que ingresamos».
“Una cuestión de todos”
En el informe económico diocesano destaca, un año más, la contribución de los fieles con su iglesia local, con una aportación cifrada en 13.130.385,63 euros (un 30,08 %) mediante colectas parroquiales, suscripciones y otros ingresos. Estos datos están en la línea del gran número de fieles sevillanos que han marcado la casilla a favor de la Iglesia Católica en su Declaración de la Renta (321.816), suponiendo un 44,43 % del total, casi diez puntos más que el porcentaje medio en España. Al respecto, monseñor Asenjo mostró su agradecimiento a los fieles por esta muestra de solidaridad que evidencia la pertenencia a la Iglesia.
Igualmente reseñable es la contribución del Fondo Común Interdiocesano, que durante el pasado año aportó 6.430.992,52 euros (14,73 %) a la Archidiócesis de Sevilla, cuya cantidad podría haber sido mayor (2.694.666 € más), pero parte del dinero es empleado en la asistencia generosa a diócesis más pobres y necesitadas del resto de España. En este sentido, el Arzobispo ha agradecido a los fieles sevillanos su contribución a través del IRPF, y al Cabildo Catedral su contribución generosa a la Administración diocesana. Por su parte, Alberto benito ha destacado el hecho de que, «en época de crisis se ha mantenido el porcentaje de sevillanos que ponen la cruz en la casilla de la Iglesia de la declaración de la renta»
En la presentación se ha constatado un aumento en el 16% de las aportaciones de las hermandades de la Archidiócesis al fondo diocesano, algo que ha sido calificado positivamente por monseñor Asenjo, como «un signo de comunión y fraternidad». Además ha instado a las corporaciones que aún no han colaborado a que lo hagan, ya que «quien no lo hace está incumpliendo con algo esencial». En relación con esto, benito ha recordado que desde el pasado 1 de marzo funciona el Protectorado Canónico, «y se está haciendo una importante labor de asesoramiento a las hermandades».
Un Iglesia transparente
La presentación del informe económico de la Archidiócesis hispalense es sólo una de las muchas acciones que lleva a cabo la Administración diocesana con el fin de cumplir con el principio de ser una Iglesia “abierta y transparente”. Así, una vez revisadas y analizadas las cuentas presentadas por parroquias y otras entidades eclesiales, se consolida la información, que es aprobada por la Comisión Diocesana de Asuntos Económicos. Posteriormente, estas cuentas se remiten a la Conferencia Episcopal, donde se realiza la Memoria Justificativa de Actividades y se auditan por una empresa independiente (PriceWaterhouseCoopers). Por último, la memoria se deriva a la Dirección General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia. Mons. Asenjo ha aclarado que «la Archidiócesis ha sido una de las primeras en poner en práctica la transparencia económica», y que han aumentado los legados y testamentos a favor de la Iglesia diocesana de Sevilla en los difíciles años».
La Archidiócesis de Sevilla, cuenta además con un ‘Portal de transparencia’ en su página web y publica periódicamente su información contable. Igualmente, se observan todos los criterios de contratación pública en obras y servicios de suministro. En este sentido, el ´ecónomo diocesano ha afirmado que «somos muy rigurosos en el control del gasto y en las obras que acometemos para ser más eficientes».
La de Sevilla es una diócesis rica en diversidad, con 263 parroquias repartidas por su amplio territorio que hacen presente el Mensaje del Evangelio a cerca de dos millones de personas. Pero también la Buena Noticia se da a conocer a los más pobres en otras realidades eclesiales, como las 258 Cáritas parroquiales, donde se encarna y se vive diariamente la ayuda y solidaridad fraterna a los más necesitados; las 34 casas para ancianos, enfermos crónicos, inválidos y discapacitados; los 22 orfanatos y centros para la tutela de la infancia; los siete centros para la defensa de la vida y la familia; los 13 comedores sociales; loso tres centros de rehabilitación y atención de drogodependientes; o los dos centros hospitalarios de la Orden de San Juan de Dios, entre otros.
Un Archidiócesis hecha por y para todos, que no se reserva nada. Y así lo muestran no sólo los testimonios de los miles de voluntarios y profesionales al servicio de los más necesitados, de la cultura y el arte, sino también su informe económico anual.