Contribución de Benedicto XVI a la Doctrina Social de la Iglesia
En estos días se está escribiendo mucho sobre la figura de Benedicto XVI, un papa de una gran inteligencia, formación, humildad… Y que pasará a la historia como un gran teólogo. Con estas breves líneas pretendo hacer un resumen, desde mi opinión, a lo que ha aportado a la Doctrina Social de la Iglesia.
Si leemos las publicaciones de los distintos papas, veremos que citan a sus antecesores e incluso a ellos mismos. Esto es lógico porque el Magisterio de la Iglesia lo que hace es continuar la labor de sus predecesores e interpretar la realidad a la luz del Evangelio y de la Tradición, por eso no nos debe sorprender que las citas de unos papas a otros se repitan en estos documentos.
La Doctrina Social de la Iglesia le debe mucho a Benedicto XVI. Su encíclica Caritas in Veritate (CV), publicada a los cuatro años de su nombramiento, muestra la preocupación por el desarrollo en una sociedad en vías de globalización que se debe llevar a cabo por medio de la justicia y teniendo en cuenta el bien común. Inicia la encíclica diciendo que “la caridad en la verdad, de la que Jesucristo se ha hecho testigo con su vida terrenal y, sobre todo, con su muerte y resurrección, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad”.
Preocupaba mucho al papa Benedicto, recibiendo esta inquietud mostrada por S Pablo VI en Populorum Progressio, el desarrollo de las personas y de los pueblos para decir que la Iglesia cuando anuncia, celebra y actúa en la caridad, tiende a promover el desarrollo integral del hombre que supone la libertad responsable de la persona y los pueblos. Ninguna estructura puede garantizar dicho desarrollo desde fuera, por encima de la responsabilidad del hombre y sin tener en cuenta a la verdad. Como preocupación a este desarrollo desigual que se está produciendo en el mundo, el Papa mostraba su dolor por el hambre que azota al mundo y habla del derecho a la alimentación y al agua. Respecto a la inseguridad alimentaria en la encíclica CV dice que la agricultura en los países pobres debe plantearse con una visión a largo plazo e invirtiendo en infraestructuras rurales, sistemas de riego, organización de los mercados, innovación respetuosas con el medio ambiente… Atentas a las poblaciones desfavorecidas e implicando a las comunidades locales. Puntos estos que serán desarrollados en la encíclica Laudato Sí del papa Francisco.
Como he dicho al principio, no me puedo extender en hablar de Caritas in Veritate, pero sí en un aspecto de la encíclica sobre el que hablaba también el papa Benedicto XVI en otras publicaciones: la preocupación por el medio ambiente.
El papa retoma de la tradición y sobre todo de San Juan Pablo II “la cuestión ecológica” y habla de ella en muchos momentos, especialmente en Caritas in Veritate y en los mensajes para la Jornada Mundial de la Paz del 1 de enero. En esta encíclica se habla, por primera vez, de la responsabilidad de cuidar la naturaleza pensando en las generaciones futuras: “El tema del desarrollo está también muy unido hoy a los deberes que nacen de la relación del hombre con el ambiente natural. Este es un don de Dios para todos, y su uso representa para nosotros una responsabilidad para con los pobres, las generaciones futuras y toda la humanidad”.
En el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz del año 2007 usó la expresión “ecología de la paz” y expuso que la destrucción del medio ambiente, su uso impropio o egoísta y el acaparamiento de los recursos de la tierra, generan fricciones, conflictos y guerras, precisamente porque son fruto de un concepto inhumano de desarrollo. En él habla de la naturaleza como la “casa común”, concepto que tomará el papa Francisco para subtitular la encíclica Laudato Sí (el cuidado de la casa común).
Pero donde más desarrolla este cuidado del medio ambiente es en el mensaje de la Jornada Mundial de la Paz del año 2010 titulado Si quieres promover la paz, protege la creación citando a su predecesor, San Juan Pablo II literalmente: “En nuestros días aumenta cada vez más la convicción de que la paz mundial está amenazada, también […] por la falta del debido respeto a la naturaleza», añadiendo que la conciencia ecológica «no debe ser obstaculizada, sino más bien favorecida, de manera que se desarrolle y madure encontrando una adecuada expresión en programas e iniciativas concretas” y se cita a sí mismo en CV cuando dice que es necesario revisar el modelo de desarrollo reflexionando además sobre el sentido de la economía y su modalidad.
También son múltiples las veces que el Papa ha abogado por poner fin a la carrera armamentística y ha insistido en la necesidad de que se produzca un desarme nuclear.
Otros temas tratados por Benedicto XVI durante su pontificado han sido el hambre en el mundo, con mensajes anuales al director general de la FAO. Los migrantes y refugiados también han sido motivo de mensajes papales, especialmente los menores, jóvenes y mujeres por lo que de desarraigo y soledad pueden sentir y sobre todo por el peligro que pueden correr al caer en redes de explotación incluidas la sexual.
Como vemos, Benedicto XVI nos ha dejado un amplio legado en cuestiones sociales.
Isabel Cuenca, secretaria general de Justicia y Paz España