Coria del Río celebra la Vigilia diocesana de Espigas
La Parroquia Ntra. Sra. De la Estrella, en Coria del Río, acoge el próximo 16 de junio la Vigilia diocesana de Espigas, una noche dedicada a acompañar a Jesús Sacramentado organizada por la Adoración Nocturna Española (ANE) y la Adoración Nocturna Femenina Española (ANFE).
Esta cita anual comenzará con la recepción de adoradores procedentes de toda la provincia a partir de las ocho de la tarde en la Capilla de la Soledad, desde donde saldrá la procesión de banderas una hora más tarde en dirección a la Parroquia de Santa María de la Estrella. A las diez de la noche está previsto el rezo de Vísperas y seguidamente se celebrará la Eucaristía presidida por el Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, concelebrada por el Vicario General de la Archidiócesis y consiliario de la Adoración Nocturna Española, Teodoro León; y Antonio Santos, párroco de la Estrella. Al término de ésta, tras el rezo del Santo Rosario, se expondrá el Santísimo Sacramento para su adoración por Turnos de Vela de una hora, hasta las cinco de la madrugada que comenzará el rezo de Laudes y la procesión. Como peculiaridad respecto a otros años, en esta ocasión la custodia irá en una carreta rociera, acompañada por los adoradores que participen en la Vigilia. La procesión concluirá con la bendición de los campos y la clausura en la parroquia.
José Enrique González, nuevo presidente diocesano de la Adoración Nocturna Española (ANE), estima que partiparán más del 80 % de las secciones de la ANE presentes en la Archidiócesis hispalense, aunque igualmente anima a participar en esta noche a todos los sevillanos “que tengan necesidad de decirle una palabra de tú a tú al Señor, porque Él está deseando escucharla. Él siempre está esperando”.
La Vigilia o Fiesta de Espigas tiene como objetivo ofrecer «un gran homenaje público de amor, adoración, acción de gracias y súplica al Señor Sacramentado», apunta Francisco Burgos, responsable de la Pastoral de Comunicación del Consejo Diocesano de Sevilla de la ANE. Originariamente, en una sociedad fundamentalmente agrícola, era una Vigilia para dar gracias a Dios por los frutos del campo, simbolizados en las espigas de trigo. Al evolucionar la sociedad, la acción de gracias de esa noche se amplía y viene a recoger todos los logros del trabajo humano.
