Cursillos de Cristiandad acogerá temporalmente a los ucranianos atendidos por la Hermandad de Santa Marta
El Movimiento de Cursillos de Cristiandad acogerá en su sede de San Juan de Aznalfarache a medio centenar de mujeres y niños ucranianos que forman parte del colectivo que la Hermandad de Santa Marta está trasladando hasta Sevilla desde la frontera entre Ucrania y Polonia.
La llegada de este autocar solidario fletado por la corporación del Lunes Santo está prevista para el fin de semana, ya que, según destaca Casimiro Galán, presidente del Movimiento en Sevilla, “el recorrido de vuelta está siendo lógicamente más pausado, cuidando en todo momento el estado de las personas que han sido acogidas por la hermandad en una situación muy delicada”. Galán precisa que la iniciativa ha sido, desde un primer momento, de la hermandad que dirige Antonio Távora, empresario del sector turístico que ha encabezado el operativo dispuesto nada más conocerse el comienzo de la invasión rusa.
Acogida temporal hasta concretar los hogares de acogida
La casa de Cursillos de Cristiandad se encuentra junto al mirador del monumento al Sagrado Corazón, y en ella se celebran periódicamente cursillos de cristiandad y encuentros de juventud. Precisamente, la estancia de este colectivo ucraniano no supondrá obstáculo alguno en la programación del Movimiento de Cursillos, según ha destacado Casimiro Galán, que ha subrayado que esta acogida será temporal, “por un período de tiempo que estimamos vaya del mes al mes y medio”. Ese es el tiempo que se prevé necesario para encontrar los hogares de una acogida más prolongada. En este sentido, desde la Archidiócesis se ha preparado un formulario que deberán rellenar las personas e instituciones que ofrezcan sus medios para acoger a los ucranianos que, como en el caso de los que trae la Hermandad de Santa Marta, comenzarán a llegar a Sevilla en los próximos días.
La relación entre el movimiento y la hermandad ha sido muy fluida desde el comienzo, apoyada por el hecho de que algunos miembros del equipo de ayuda desplazado hasta la frontera polaca forman parte de Cursillos de Cristiandad. Además de ocuparse del traslado hasta Sevilla, la hermandad sostendrá económicamente la estancia de los ucranianos en la capital andaluza, mientras que Cursillos aporta la casa y el voluntariado necesario para atender a los recién llegados. Esta atención directa comporta una serie de necesidades para las que Casimiro Galán agradece los ofrecimientos recibidos estos días, “de sanitarios, de intérpretes y de personas que se comprometen a ayudar en los trámites administrativos que hay que realizar los primeros días”.