Archidiócesis de Sevilla

Cada año, en particular desde la publicación de la Encíclica ‘Laudato si’, en 2015, el primer día de septiembre la familia cristiana celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, con la que comienza el Tiempo de la Creación, que finalizó el 4 de octubre, en memoria de san Francisco de Asís. En este período, los cristianos renuevan en todo el mundo su fe en Dios creador y se unen de manera especial en la oración y tarea a favor de la defensa de la casa común. El tema elegido para la celebración del Tiempo de la Creación 2020 ha sido ‘Jubileo de la Tierra’, precisamente en el año en el que se cumple el cincuentenario del Día de la Tierra.

El Tiempo de la Creación es una ocasión “para el recuerdo, para conservar la memoria de nuestra existencia interrelacional. Debemos recordar constantemente que todo está relacionado, y que el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás”, ha referido el papa Francisco.

Actualmente, la pandemia ha llevado de alguna manera a redescubrir estilos de vida más sencillos y sostenibles. La crisis, en cierto sentido, señala el Santo Padre “nos ha brindado la oportunidad de desarrollar nuevas formas de vida. Se pudo comprobar cómo la Tierra es capaz de recuperarse si la dejamos descansar: el aire se ha vuelto más limpio, las aguas más transparentes, las especies animales han regresado a muchos lugares de donde habían desaparecido. La pandemia nos ha llevado a una encrucijada. Necesitamos aprovechar este momento decisivo para acabar con actividades y propósitos superfluos y destructivos, y para cultivar valores, vínculos y proyectos generativos. Debemos examinar nuestros hábitos en el uso de energía, en el consumo, el transporte y la alimentación. Es necesario eliminar de nuestras economías los aspectos no esenciales y nocivos y crear formas fructíferas de comercio, producción y transporte de mercancías”.

“Custodios de todo lo creado”

También, desde la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción Humana de la Conferencia Episcopal Española, a través del Departamento de Ecología Integral, los obispos hicieron público un mensaje en el que recordaban que el auténtico cuidado de la propia vida y de las relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás.

“Como obispos de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción humana, queremos haceros participes de nuestros sueños en un mundo donde los cuidados estén en el centro de la política, la economía, la ética, la familia y la pastoral”, reza el comunicado.

“La conversión ecológica se hace apremiante en nuestros días”, refiere el mensaje.  La crisis de la COVID-19, como nos ha recordado el Papa reiteradamente, no es un asunto absolutamente independiente de la crisis ecológica que vive el planeta. “El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación tienen una relación directa con la génesis y desarrollo de enfermedades. Cuidar de la madre tierra lleva consigo nuestro propio cuidado, pues no podemos olvidar que somos tierra”.

Seminario virtual

En esta línea, la Secretaría General de Justicia y Paz, conjuntamente con el grupo de Ecología Integral Sevilla, ha organizado diversas iniciativas en la Archidiócesis hispalense con miras a profundizar sobre la `Espiritualidad conectada y ecodependencia’, así como la ‘Conversión ecológica de las parroquias‘.

A través de un seminario virtual, los ponentes promovieron la participación en la espiritualidad cristiana del cuidado personal y comunitario, de la naturaleza y de las realidades del mundo. María Bargalló, de Justicia y Paz Barcelona, se adentró en el inicio del ‘Camino eco-solidario en las parroquias’, y María Luisa Guerrero, de Ecología Integral Sevilla, abordó el tema titulado ‘¿Es cara la conversión eco-parroquial?’.

En el encuentro on-line, Bargalló explicó que el camino eco-solidario en las parroquias pasa por una nueva mirada que invita a adoptar la perspectiva de la Encíclica Laudato Sí, para saber escuchar y responder al grito de la Tierra y de los pobres, acogiendo una espiritualidad ecosocial, un nuevo estilo de vida y un compromiso social. Dentro de las propuestas para adquirir nuevos hábitos se contempla la orientación para el cambio a los feligreses, a través de experiencias piloto, semana sin residuos, propuestas de cooperación y actividades en la naturaleza, mediante el compromiso social “para contrarrestar las grandes desigualdades que se suscitan, promoviendo el trabajo en red”.

“Conversión ecológica”

María Luisa Guerrero, miembro del grupo Ecología Integral, describió que, entre las líneas de acción principal de la conversión ecológica en las parroquias se contempla la promoción de la formación en la Laudato Si´, la aplicación de buenas prácticas ambientales, los cauces de diálogo con otras confesiones y religiones que también estén en el camino de la conversión integral, la participación en campañas cristianas para el desarrollo sostenible, la inclusión en las actividades de formación de la educación ecológica, la concienciación del medio ambiente y de actividades eco-sostenibles.

Citó como ejemplo de conversión ecológica a la Parroquia San Juan Pablo II, de Dos Hermanas, que desde hace más de un año ha incluido en sus objetivos pastorales una acción pastoral integral con la que se invita a los feligreses y vecinos de la parroquia, a ser custodios de la creación y a poner en práctica esa mirada cristiana que busca ofrecer un plan de Dios para todos los hombres dirigiéndose a cada persona que habita el planeta, de acuerdo con las recomendaciones contenidas en las Orientaciones Pastorales 2016-2021, y las cartas pastorales de Arzobispo de Sevilla, junto con el mandato del papa Francisco en la Laudato Sí.

Ecología Integral Sevilla

Ecología Integral Sevilla está conformado por un grupo plural de cristianos en cuanto a edad, formación, origen religioso, “pero unidos por el compromiso con el Evangelio, con la Doctrina Social de la Iglesia y con la Iglesia local”.

En este sentido, la agrupación “nace de la necesidad que tienen sus componentes por dar a conocer la encíclica Laudato Sí y potenciar en la Archidiócesis una conversión ecológica, que nos lleve a todos a ser sensibles al grito de la tierra y al grito de los pobres”, explicó Isabel Cuenca, secretaria de Justicia y Paz Sevilla y miembro del grupo de Ecología Integral.

Las acciones se articulan en siete grupos de trabajo: la comunicación, encaminada hacia la difusión de la encíclica, noticias y actividades a través de los medios y las redes sociales; la parroquia, que impulsa la conversión ecológica comunitaria; la educación, a través de la elaboración de materiales enviados a centros educativos para incentivar el compromiso con el cuidado de la tierra y la solidaridad con los más débiles; la formación, mediante la organización de seminarios, conferencias y charlas para facilitar el conocimiento y compromiso con la Doctrina Social de la Iglesia; la juventud, con el objetivo de mostrar el compromiso de la Iglesia con el cuidado de la Creación a los jóvenes; las relaciones externas, con la finalidad de conocer a otras entidades o grupos preocupados por el cuidado del medio ambiente desde una perspectiva cristiana; y, finalmente, la liturgia, mediante oraciones y celebraciones para que el pueblo cristiano contemple, agradezca y se comprometa con la creación.