El Belén de la Solidaridad cede la maqueta del Palacio Arzobispal a la Archidiócesis de Sevilla
El Arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, ha recibido esta tarde la donación de una maqueta a escala del Palacio Arzobispal, realizada por la Asociación Belén de la Solidaridad, que promueve la donación de órganos.
En el acto han intervenido representantes de seis asociaciones de trasplantados de órganos, así como numerosos familiares de donantes o pacientes que esperan un trasplante. Todos ellos impulsados por José Pérez Bernal, director general de Trasplantes del Colegio de Médicos de Sevilla, al que el Arzobispo ha calificado como “un apóstol incansable de la donación”.
Monseñor Asenjo ha aprovechado para felicitar “a los artesanos que con paciencia han sido capaces de crear esta obra de arte”, refiriéndose a la maqueta. Una obra que está expuesta en una zona de gran tránsito en el Arzobispado “para que mucha gente pueda disfrutar de su belleza”.
Con respecto a la donación de órganos, el Arzobispo ha confesado contar con carné de donante y ha insistido en que ésta es una “causa importante y meritoria, una tarea muy cristiana porque donar un órgano es dar vida”.
Por último, don Juan José ha pedido a Dios para que “todos los trasplantados se recuperen, y para que premie a los donantes y sus familias”.
‘Un trasplante es otro nacimiento’
El Belén de la Solidaridad es un original Nacimiento de estilo sevillano que instalan personas trasplantadas. En este Belén, año tras años, se representa el Nacimiento entre maquetas de edificios emblemáticos de Sevilla. Además, sirve además como foco de concienciación en favor a las donaciones de órganos, no en vano, su mensaje es ‘Un trasplante es otro nacimiento”.
Este Belén, que ya ha superado las 600.000 visitas, puede verse cada año desde el 8 de diciembre al 5 de enero en el convento de Santa Rosalía.
Este 2019, correspondiente a la 17ª edición, se ha recreado la maqueta del Palacio Arzobispal, edificio sevillano de dos plantas y 6.700 m2 que tiene su origen en unas casas almohades, construidas sobre las ruinas de unas termas romanas, que en 1.251 Fernando III el Santo cedió a Don Remondo de Losana para que se estableciese como primer Obispo de Sevilla. Una reforma encargada en el siglo XVI al arquitecto Vermondo Resta por el Arzobispo Don Rodrigo de Castro le dio el aspecto actual. La fachada, la más monumental del barroco sevillano, se finalizó en 1705.
La obra ha sido dirigida por el maestro belenista y trasplantado de hígado, Rafael Álvarez.