Archidiócesis de Sevilla

Esfuerzo económico del Cabildo

Francisco Ortia ha subrayado el empeño del Cabildo por llevar a cabo todas las obras de restauración y mantenimiento que requiere un edificio de la antigüedad, categoría e importancia de la Catedral de Sevilla. Hasta el punto que está sufragando las obras que señalan los expertos para conservar el templo metropolitano en perfecto estado. No obstante, se muestra receptivo a cualquier colaboración de instituciones públicas o privadas que quieran acompañar al Cabildo en esta tarea. Las obras -recordó- son posibles en gran medida gracias a los ingresos por la vía de las visitas culturales a la Catedral, unas visitas que son gratuitas para todos los sevillanos.

Comienzo de los trabajos en 2006

Los trabajos empezaron en 2006 mediante un convenio suscrito por el Cabildo Metropolitano con la Fundación Caja Madrid que permitió intervenir sobre la totalidad de la fachada de la avenida de la Constitución, la cabecera del Sagrario y la cubierta de las dependencias existentes hasta la puerta del Perdón. Dirigieron la obra R.M. Domínguez Caballero, J.L. Barón Cano y A. Jiménez Martín y fueron adjudicadas mediante concurso a la empresa Joaquín Pérez Díez, S.L., cuyos jefes de obra han sido M. Pérez Romero, F. Salas del Valle y J. Moreno Travado. También han resuelto trabajos especializados las empresas Vidriter, Mariscal, Artyco y Ars Nova. Esta parte concluyó en 2010, momento en que comenzó una extensa campaña de investigación sobre el resto, teniendo en cuenta que se trataba de paramentos enlucidos en el siglo XX.

Inversión total de 4.484.246 euros

Las obras se reanudaron en 2012 contando con las mismas personas y empresas, aunque la financiación quedó exclusivamente a cargo del Cabildo Metropolitano, que también había financiado íntegramente la campaña de investigación; la inversión total ha ascendido a la cantidad de 4.484.246 euros, correspondientes a la obra contratada y la citada investigación.

Los trabajos han supuesto el tratamiento de 10.221 m2 de superficie, correspondientes a los paramentos que van desde la esquina SW de la capilla de San Laureano, frente a Correos, hasta la esquina de Alemanes con Placentines, es decir, una longitud de 278 metros, algo menos del 50% de perímetro completo del edificio. En una obra tan larga y extensa destaca la ausencia de conflictos o accidentes laborales, ni incidencias dignas de mención.

70% de los trabajos sobre paramentos pétreos

Estos años han estado dedicados, sucesivamente, a elementos arquitectónicos góticos y neogóticos, protobarrocos, almohades, platerescos y barrocos, aplicándose el criterio general de conservar todo cuanto nos ha llegado, salvo las añadidos lesivos para la integridad o la imagen del conjunto. En las partes intervenidas se ha actuado sobre paramentos pétreos, que han supuesto casi el 70% de los trabajos, y cantidades mucho más reducidas de muros de tapial y ladrillo, estatuas y relieves de terracota y cemento, azulejos, mármol, y enlucidos barrocos imitando mármoles, bronce e incluso los “vítores”, que parcialmente eliminados por obras de restauración de los años sesenta, hemos encontrado.

El cambio más sustancial corresponde a la calle Alemanes, que presentaba un grueso enlucido de cemento con pintura de color beige (siglo XX), que resultaron ser la renovación y picado de paramentos de mortero de cal y calamocha (fines del XIX) que a su vez sustituían a los cuidadosos tratamientos fechados en 1793, de los que hemos encontrado expresivos restos. Teniendo en cuenta que en la segunda mitad del siglo XX ya se aplicó en la fachada de la calle Placentines el criterio de eliminar todo lo que no fuera anterior a 1793, por su baja calidad y difícil mantenimiento, y que la inmensa mayoría de los paramentos habían sido picados a fines del siglo XIX, se decidió en la fachada de la calle Alemanes proceder con la misma idea, conservando todo rastro anterior, especialmente las decoraciones de estuco de los cuatro altares y la fachadita del antiguo “Quarto del Cura” del Sagrario.