El cardenal Amigo subraya la huella de bondad y la entrega de monseñor Juan del Río a la Iglesia
El cardenal arzobispo emérito de Sevilla, monseñor Carlos Amigo, manifestado la “memoria llena de afecto y gratitud” que deja monseñor Juan del Rio, Arzobispo castrense, que ha fallecido esta mañana. En declaraciones a los medios de la Archidiócesis de Sevilla, el cardenal ha afirmado que “don Juan del Río no ha muerto, vive y vive para siempre”, al tiempo que ha agradecido su “servicio con fidelidad” a la Iglesia en Sevilla.
En esta línea, ha destacado que “siempre dejó la huella de un hombre entregado”. El cardenal ha señalado igualmente que estos días ha estado “muy unido en la oración”. Ha felicitado a Sevilla “porque ha dado un buen sacerdote a la Iglesia”, y a todos aquellos que “hemos tenido ocasión de conocer a don juan y ayudarnos con su entusiasmo e ilusión”.
El cardenal Amigo ha recordado también sus numerosos servicios a la Iglesia en Sevilla, Jerez y el Arzobispado Castrense, ministerio este último que “supo asumir con gran entereza, con disposición de servicio, dándose cuenta de que era una diócesis con unas características muy especiales”. Concluye su recuerdo al que fuera sacerdote de Sevilla durante su etapa al frente de la Archidiócesis hispalense subrayando que “deja una enorme huella, y de una persona llena de bondad y de generosa entrega a los que le habían encomendado para que, como pastor, dirigiera sus vidas cristianas”.