El Centro de Orientación Familiar de Dos Hermanas cierra el curso con la celebración de la Eucaristía en la Magdalena
Toca cerrar el curso. Y la forma habitual de dar por concluido un año -particularmente intenso -en los centros e iniciativas eclesiales cuando llegan estas fechas es en torno a la Eucaristía. Es lo que han hecho el pasado viernes los responsables y profesionales que dedican su tiempo a ayudar a las familias desde el centro de Orientación Familiar de Dos Hermanas.
La parroquia nazarena de Santa María Magdalena acogió la misa de acción de gracias por doce meses en los que se ha salido al paso de las necesidades de las familias del entorno, en unas circunstancias difíciles, derivadas en gran parte de las limitaciones impuestas por la pandemia del coronavirus.
El párroco, Manuel Sánchez Heredia, presidió una Eucaristía en la que participaron los delegados diocesanos de Familia y Vida, Juan Manuel Granado y María Dolores Sánchez-Campa, y el presidente del Consejo local de Hermandades y Cofradías de la ciudad, Juan José Muñoz, «que -como destaca el párroco- con gran esfuerzo sostienen económicamente este servicio de ayuda a la familia. Dimos gracias a Dios por ser instrumentos en sus manos para ayudar a la familia a vivir su vocación», concluyó.