El consumo me consume
Leí esta frase, no sé de quien es y de donde viene, pero me dio mucho qué pensar. Pasaron por mi cabeza la tremenda realidad del consumismo desenfrenado, del derroche sin sentido, del usar y tirar, de las compras compulsivas, incluso también en las relaciones sentimentales que cada vez son la más efímeras… Vivimos en una sociedad que se basa en el consumo y en la incitación al consumo.
Consumismo también tiempo con un ritmo alocado, sobrecargamos las agendas de compromisos y actividades y no nos queda tiempo para vivir, ni para “respirar”, solemos decir.
¿Y adónde lleva todo esto?
La verdad que no a la felicidad que se busca con esos hechos y actitudes. La carrera no se termina y siempre se quiere más, lo que crea es frustración más que bienestar. Cuando se logra algo se busca un relevo, un sustituto nuevo. Sin gozar lo que tenemos ya estamos pensando en otro.
Recordaba todo lo que el Papa Francisco no has recordado en la ‘Laudato si’ de lo que está pasando, si no ponemos freno a este consumo salvaje. Sí, estamos destruyendo nuestra casa común. Destruimos la vida de nuestros hermanos más vulnerables para un bienestar de sociedades más poderosas. La verdad que nos destruimos a nosotros mismos.
Muchas veces la tecnología, mal usada, no solo no nos abre la mente, sino que es un instrumento que no nos deja ver, ni ser, ni vivir.
La causa principal es un estilo de vida donde se privilegia más el tener que el ser.
Necesitamos una conversión, aprender un modo nuevo de vivir. Iniciamos la Cuaresma donde se nos pide: Oración, que nos ayude a confiar más en Dios que en las cosas. Ayuno, que nos frene ese consumo, que podamos sentir necesidad, como otros la sienten. Limosna, dar, porque otros lo necesitan mucho más que yo.
Te deseo que vivas tu vida, gozando de tanto recibido y que seas capaz y valiente de enfrentarte al no consumo, para que otros vivan mejor. ¿Cómo puedes? Me gusta el eslogan de Manos Unidas. “Cambia tú y cambiará el mundo”.
10 comentarios
Muy buena reflexión.
Gracias por recordarnos que la oración, el ayuno y la limosna son los pilares de la conversión y está el camino a Dios.
Gracias, Pilar, por recordarnos que nos podemos cambiar a nosotros mismos y ser el cambio que queremos. No dejes de escribir
Ciertamente Pilar que el consumo nos cierra la puerta para poder entrar en nuestro yo auténtico que no es otro sino el amor y la gratuidad. El consumo Sí pero ese que nos convierte en seres para los demás.Consumir para construir un mundo gratuito donde el amor sea la moneda con la que compramos y vendemos. Que esta Cuaresma sea eso : un recrear nuestro yo autentico para que un mundo donde habite el amor sea posible. Feliz Cuaresma.
Bonita,sugerente,agil y porfunda reflexión. Gracias Pilar
Estoy de acuerdo, seguiremos intentando vivir como propones. Enrique
Sigue escrbiendo. Nos ayuda en el momento oportuno
Pilar muy buena reflexión. Llevas razón cuando yo cambio mi vida cambia, pero hay que querer cambiar, Creo que hay un libro que se llama El consumo me consume.
Un abrazo
el consumo me consume es un libro de Tomás Moulián
El consumo me consume es un libro de
de Tomás Moulian