El hijo pródigo y el padre misericordioso
El evangelio del pasado domingo (Lucas, 15, 1-32) es un pasaje bello literariamente y hermoso de contenido. Contiene la célebre parábola del hijo pródigo. Es la esencia de la misericordia y el perdón, el encuentro lleno de amor y comprensión necesario entre partes en conflicto. Mucho nos tiene que enseñar especialmente en este Año de la Misericordia y ante la situación del mundo, con tanta necesidad de acuerdos, perdón, encuentros y misericordia. El hijo pródigo vuelve a su casa, al encuentro del padre, después de dilapidar su fortuna. Su padre lo acoge y celebra una gran fiesta por el hijo que estaba perdido y volvió. Más importante que el hijo pródigo que simboliza el arrepentimiento es, opino, el padre misericordioso, que simboliza el perdón y la comprensión ingredientes necesarios para el encuentro.
El papa Francisco ha celebrado la II Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación. Una llamada a la oración particular y colectiva por el planeta y sus criaturas. Es un toque de atención ante una situación mundial de dolor humano y problemas ambientales, donde el mensaje del Evangelio es necesario.
El papa Francisco nos recuerda el grito de la Tierra y sus criaturas, del que una manifestación es el Cambio Climático; nos llama a realizar un examen de conciencia y al arrepentimiento, como el hijo pródigo; a realizar de forma inmediata un cambio de ruta, es decir, cambiar de modelo de vida; a considerar una nueva obra de misericordia, cuidar la casa común; y nos pide que oremos. Parte de la humanidad es como el hijo pródigo, dilapidando la fortuna común del planeta y generando desastres ambientales. Dios es Padre y nos espera tras un cambio de actitud para continuar juntos el camino de la Creación no culminada.
Acompaña este comentario una foto de un cuadro del universal pintor andaluz Amalio que podemos ver en la Fundación Amalio, en la Plaza de Doña Elvira. Como me ha explicado el gerente de la fundación, Manuel Caballero, es una de las 365 representaciones de La Giralda que el pintor realizó. No queremos que La Giralda quede cubierta por las aguas debido al Cambio Climático, ni queremos personas sufriendo por las guerras. El papa Francisco nos ha llamado a la oración en estas II Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación ante los desatinos del mundo, pero también nos pide que actuemos.
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