El Obispo auxiliar, monseñor Santiago Gómez, clausura el Mes Misionero Extraordinario en la Archidiócesis de Sevilla
La Catedral de Sevilla ha acogido esta tarde la Misa de clausura del Mes Misionero Extraordinario, presidida por monseñor Santiago Gómez Sierra, Obispo auxiliar de la Archidiócesis hispalense. Se pone así el broche final a innumerables acciones de carácter misionero que se han celebrado durante todo el mes de octubre a lo largo y ancho de la Archidiócesis, a cargo no sólo de la propia Delegación diocesana de Misiones, dirigida por el sacerdote Eduardo Martín Clemens, sino también por numerosas parroquias, movimientos, hermandades, colegios y otras delegaciones diocesanas.
En la Eucaristía, celebrada en el Altar Mayor, han concelebrado una veintena de sacerdotes, y ha participado el Seminario Metropolitano y más de dos centenares de fieles sevillanos.
Al inicio de la misma, Martín Clemens ha confesado que “nunca pude sospechar del potencial misionero de nuestra Archidiócesis” y de la respuesta tan positiva que se ha obtenido después de este Mes Misionero Extraordinario convocado por el papa Francisco. Igualmente, ha señalado que “este ardor misionero no puedo acabarse aquí, sino que debe convertirnos en Iglesia en salida”. Finalmente, ha agradecido a monseñor Gómez Sierra su impulso y apoyo durante este mes.
Por su parte, el Obispo auxiliar ha coincidido en la imposibilidad de “clausurar la misión, pues ésta debe ser transversal en la vida de la Iglesia y paradigma de nuestra pastoral cotidiana”, porque la Iglesia “es y está siempre en misión”.
Asimismo, el Obispo ha advertido que “no podemos perder de vista la meta de la misión, que no es otra que estar con el Señor”, y ha insistido en que “no habrá misión sin ilusión”.
Por otro lado, y refiriéndose al Evangelio del día en clave misionera, monseñor Gómez Sierra ha señalado que el mayor obstáculo para la misión es la autosuficiencia: “Tanto en la vida religiosa como intelectual, la autosuficiencia nos aleja de Dios. Donde hay orgullo no puede sembrarse la semilla de la fe”. Por ello, ha continuado, “debemos ser como el publicano: humildes, reconociendo nuestras limitaciones y pobrezas. Sólo así calará en nosotros la misión”.
Durante la Eucaristía el Obispo auxiliar también ha recordado a sor Pilar Chinchilla, FMA, presidenta de CONFER Sevilla, fallecida ayer.
La Misa de clausura del Mes Misionero Extraordinario ha concluido con unas palabras de agradecimiento del Obispo auxiliar a los presentes y a tantos colaboradores de las misiones en la Archidiócesis hispalense, y ha pedido que “este impulso misionero sirva también para acercarnos a Dios cada día, desde nuestra vocación”.