Author image

EL QUE MÁS TEMÍE A DIOS

Así llevaba por título una de las secciones de la exposición “Magna Hispalensis”, para mi de lo mejorcito de la Expo 92: “ e el que mas temíe a Dios…”. La sección se dedicaba, cómo no, a San Fernando, Fernando III de Castilla, y su proyección humana, histórica y artística sobre Sevilla y su Catedral (el mejor pabellón que hubo en aquella Expo).

 

Entonces yo era un joven estudiante que apenas se planteaba la opción del sacerdocio y aquella exposición comenzó a despertar mi interés por el rey santo, del que sobre todo conocía su rostro, si bien incorrupto bastante deteriorado, cuando años atrás mis padres me llevaron a verlo en uno de esos días en que se abre el monumental sepulcro de San Fernando en la Capilla Real. Los niños siempre íbamos con curiosidad primero y pavor después a encontrarnos con las reliquias del patrón de Sevilla. Pero tampoco sabíamos mucho más. Ya entonces se nos enseñaba en el colegio (competencias autonómicas en educación recién estrenadas) que Andalucía era, sobre todo, Al-Andalus, y que estos reyes castellanos que osaban conquistar las idílicas y prósperas ciudades andalusíes ni traían cultura ni ná de ná, y que pertenecer al reino de Castilla era más o menos un retroceso en todos los sentidos. Aquella “Magna Hispalensis” comenzó a abrirme los ojos, entre otras cosas, a valorar a San Fernando y el privilegio de tener tan cerca la reliquia de su cuerpo y la herencia de santidad y amor a Sevilla.

 

Pero, ¿puede ser un rey santo? ¿Puede tener Sevilla por patrón a quien hizo la guerra? Como se hace con cualquier persona, San Fernando debe ser examinado en su contexto histórico para valorar la rectitud de su fe y de sus actos. Y entonces nos encontramos con que fue un hombre recto, prudente y lleno de fe, que llevó a cabo el ideal del caballero cristiano. San Fernando cultivó la oración piadosa y misa diaria, fruto de la exquisita educación recibida por su madre, doña Berenguela. Vivió el matrimonio en fidelidad y siempre estuvo pendiente de su familia.

 

San Fernando entendió la reconquista como un servicio a Dios, y desde luego no se le conocen crueldades, como sería propio de un monarca medieval, siempre sujeto a las posibles traiciones de la corte. Más aún, dentro del ya mencionado ideal del caballero cristiano, procuró la defensa de los pobres y desvalidos, y él mismo atendía sus demandas, pues la corte tenía las puertas abiertas para quien pidiera el amparo del rey de Castilla y León.

 

En la reja de la Capilla Real se plasma el momento en que el último rey musulmán de Sevilla entrega a San Fernando las llaves de la ciudad, en señal de rendición tras meses de asedio. Era la vuelta a una situación anterior, pues Sevilla fue cristiana mucho antes que musulmana. Debemos apreciar la huella del Islam en nuestra tierra, pues sería de necios no hacerlo. De hecho, San Fernando no quiso destruir el majestuoso alminar de la gran mezquita, sino que le puso arriba una simple campana para llamar a misa y glorificar al Hijo de Dios. Y luego el genio de Hernán Ruiz le bordó en piedra y arte renacentista un campanario entero. Pero tampoco obviemos el legado del rey santo.

 

De todo lo anterior, no sorprende que Alfonso X, hijo y sucesor de San Fernando en el trono de Castilla, redactase para la que fue su primera tumba, el más hermoso de los epitafios jamás escritos, que recoje la admiración hacia un cristiano, hacia un rey, hacia un padre. No me resisto a recogerlo en la musicalidad del original en castellano antiguo:

 

“Qui iaze el Rey muy ondrado don Fernando, sennor de Castiella e de Toledo, de Leon, de Gallizia, de Sevilla, de Cordovam de Murçia, de Ihaen, el que conquiso toda Espanna, el mas leal e el mas verdadero e el mas franc e el mas esforçado e el mas apvesto e el mas granado e el mas sofrido e el mas omyldoso e el qve mas temie a Dios e el qve mas le fazie servicio, el qve quebranto e destruyo a todos sus enemigos e el qve alço e ondro a todos sus amigos, e conqvisto la çibdad de Sevilla qve es cabeça de toda Espanna…”

 

Si lo leemos en castellano actual:

 

“Aquí yace el Rey muy honrado Fernando, Señor de Castilla y de Toledo y de León y de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, el que conquistó toda España, el más leal, el más verdadero, el más franco, el más esforzado, el más apuesto, el más granado, el más sufrido, el más humilde, el que más temíe a Dios, el que más le hizo servicio, el que quebrantó y destruyó a todos sus enemigos, el que alzó y honró a todos sus amigos y conquistó la ciudad de Sevilla, que es cabeza de toda España”.

 

No se puede decir mejor lo que significa San Fernando que con estas palabras  escritas por un rey sabio.

 

San Fernando, patrón de Sevilla, ruega por esta ciudad.

 

Marcelino Manzano.

(Twitter: @Marce_Manzano)


Article   0 Comments

CARTA DOMINICAL

Dilexit Nos (II)

15 noviembre 2024

Calendario de Eventos

« noviembre 2024 » loading...
L M X J V S D
28
29
30
31
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
1
Ver más

Síguenos

TeamViewer para soporte remoto Archidiócesis

Intención de oración. Papa Francisco. Noviembre 2024