El Ronquillo celebra la vuelta de su patrona tras su restauración
El pasado domingo, 29 de mayo, la localidad del Ronquillo celebró la vuelta de la imagen de su patrona tras varios meses de restauración en el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). Por este motivo, tuvo lugar una Eucaristía presidida por monseñor José Ángel Saiz, arzobispo de Sevilla, y coincidiendo con el último domingo de mayo, mes de la Virgen, también se realizó una procesión extraordinaria de la Virgen en su paso de plata “para dar público testimonio de nuestra fe, y así celebrar la vuelta de nuestra patrona a casa”, señalaban fuentes de la Parroquia El Divino Salvador, de El Ronquillo.
La Virgen de Gracia es una obra anónima del siglo XVI de 22 cm de altura, cuyo principal problema de conservación se centraba en la policromía, con una grave falta de adhesión al soporte en varios puntos, consecuencia de todas las intervenciones de reajuste y remodelaciones que se han llevado a cabo a lo largo de los años.
Por tanto, el objetivo principal de la intervención ha sido la consolidación de la policromía y de las piezas constitutivas, así como la limpieza del conjunto escultórico y del manto. Un proceso que ha durado casi cinco meses.
Por su parte, el párroco del Divino Salvador, Javier de Lara, ha asegurado que “para todo el pueblo de El Ronquillo, la restauración de la patrona, sin duda, constituye un hito importante”. Al respecto, apunta que “a lo largo del último siglo, la imagen ha sido intervenida en varias ocasiones, la mayoría de ellas con un resultado poco deseado”. Por esta razón, “atendiendo al estado de la talla, vimos oportuno embarcarnos en el proyecto de restauración, confiando en el IAPH, lo cual creo que ha sido un rotundo acierto”.
En esta línea, agradece que “la feligresía ha respondido de una manera admirable”. No en vano, en apenas tres días se logró recaudar el total del coste de la restauración.
Sobre la imagen
La patrona de El Ronquillo es un conjunto escultórico compuesto por varios elementos, cuya función es representar el milagro de la Virgen de Gracia, que se ubica en el centro de todo el conjunto. La imagen de la Virgen se encuentra sobre una especie de peana escultórica que representa con detalle la leyenda de su aparición a un niño pastor.
En dimensiones reducidas se representa una escena campestre. Sobre una base cuadrangular simulando las rocas de un campo hay cuatro ovejas dispuestas alrededor de un árbol situado en el centro, en cuya copa se dispone una nube. Sobre la nube, la imagen de la Virgen con el Niño sujeto en su brazo derecho. A los pies del árbol se arrodilla un personaje que representa al pastor, el cual porta en sus brazos otra oveja.
Se encuentran también algunos elementos exentos de orfebrería en todo el conjunto. Tanto la figura de la Virgen como la del Niño llevan sobre su cabeza sendas coronas de orfebrería dorada, con piedras preciosas y perlas incrustadas. La Virgen, además, se rodea de una ráfaga sujeta a sus pies. También a los pies de la imagen se sitúa una media luna de orfebrería de plata, con piedras preciosas incrustadas.
El conjunto escultórico se adorna en ocasiones con un manto de tejido bordado, el cual se sostiene por medio de una estructura de alambre.