ENRIQUE BELLOSO, DELEGADO DIOCESANO DE APOSTOLADO SEGLAR
El Seminario de Estudios Laicales es una iniciativa de la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar que ha cumplido su tercera edición. Nació con el impulso del arzobispo de Sevilla y este curso ha tenido el interés de presentar la realidad plena del Concilio Vaticano II y su actualidad a los 50 años de su celebración. Todo ello desde una nueva perspectiva, la que se refiere a su contribución en la toma de conciencia de los católicos respecto de su responsabilidad en la misión única de la Iglesia. Enrique Belloso es, desde 2005, el responsable de esta sección de la pastoral diocesana en la que se ha logrado implicar a los movimientos y asociaciones laicales de la Archidiócesis.
¿Qué valoración hace del Seminario de Estudios Laicales que acabamos de clausurar?
Creo que ha sido muy positivo. Destacaría un aspecto que creo clave, el encuentro del laico con su identidad en la Iglesia y la sociedad, donde participa y se relaciona con cada uno según su vocación o carisma. Esto le abre nuevos horizontes para transformar las estructuras sociales de pecado, como nos ha recordado en estos días el Papa Francisco. Al mismo tiempo, el Seminario de Estudios Laicales presenta con nuevo empeño el compromiso por una nueva evangelización, especialmente en este Año de la fe. Ésta no puede ignorar el contexto en el que viven sus destinatarios.
¿En quién se apoya para sacar adelante esta iniciativa?
Nos apoyamos es un Consejo Asesor compuesto por catorce entidades eclesiales que suman, que trabajan juntas para dar un mensaje de esperanza a nuestra sociedad por este medio. Es sin duda un trabajo de entretejer, de crecer juntos, de trabajar juntos, de comunión que ya está dando muchos frutos.
¿Cuándo habla de nueva evangelización a que se refiere?
Los tiempos de evangelización son tiempos de exigencia, de responsabilidad y actividad. Por ello, la Iglesia está hoy llamada a confrontarse con las transformaciones sociales y culturales, que están modificando profundamente la percepción que el hombre tiene de sí mismo y del mundo, generando repercusiones sobre el modo de creer en Dios. Es en este contexto donde tenemos que presentar, sin aditamentos ni componendas, el mensaje de Jesús, un mensaje que libera y hace al hombre y la mujer de hoy conscientes de que están llamados a algo más, que su destino es transformar el mundo para que la gente se encuentre con la felicidad plena que es Dios.
¿Cómo se ha desarrollado esta edición? ¿Qué destacaría?
En siete sesiones se han ofrecido visiones complementarias sobre cuestiones clave, desde una sana y positiva laicidad, tomando como horizonte de partida el Concilio Vaticano II. Hemos reflexionado sobre el papel del laicado en la nueva evangelización, desde la exigencia de una vida plena que se ilumine con la fe. Para ello, los cristianos laicos tendremos que conocer y comprender los escenarios de esta nueva evangelización. Un laicado muchas veces asociado o integrado en comunidades parroquiales que necesitan trabajar juntos para impulsar nuevos caminos para la nueva evangelización para la que hemos sido convocados, para que el mundo crea.
Ahí queda el reto. No es poca cosa
Se trata de fomentar la presencia de nuevos evangelizadores, llamados a dar razón de la propia fe, desde la tarea común, desde un primer anuncio vivido y compartido, desde la alegría de evangelizar con esperanza.
La inserción del Seminario en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, el nombre de Miguel de Mañara… Imagino que nada casual
Efectivamente. A partir de este año el Seminario de Estudios Laicales se denomina ‘Miguel Mañara’ y se integra en el Plan de Estudios del Instituto Superior de Ciencias Religiosas ‘San Isidoro y San Leandro’ de Sevilla. La referencia a Mañara, laico sevillano, sigue siendo hoy para todos una referencia que nos tiene que ayudar como laicos a vivir nuestra vocación cristiana en medio de un mundo complejo, lleno de dificultades e increencia. Un mundo que tenemos que evangelizar, con nuevo ardor, nuevos métodos y nuevas expresiones. Sí, sí… No es casual.
Estas no han sido las únicas novedades
Así es. En un mundo como el nuestro, interconectado, este año se han introducido dos novedades. De un lado, todas las intervenciones se pueden ver en el canal youtube de la Archidiócesis de Sevilla. Y puedo decir que tenemos muchas visitas sobre todo de América Latina. Además hemos tenido alguna intervención a través de videoconferencia, utilizando los más modernos medios de comunicación disponibles.
¿Qué calificación le da a este curso?
Estamos muy satisfechos del desarrollo del Seminario. Hablamos de casi cien personas inscritas y una asistencia muy superior en todas sus sesiones, que siempre están abiertas a quienes deseen acudir. En las siete sesiones celebradas hemos tenido ponentes diversos: dos obispos, el de Bilbao y el de Guadix, la presidenta del Foro de Laicos y primeros exponentes del pensamiento cristiano de hoy, procedentes de las universidades de Barcelona, Valencia y Madrid. Y cerramos el ciclo con la participación del laico con mayor responsabilidad en la Santa Sede, Guzmán Carriquiry.
Imagino que con la mente puesta ya en el próximo curso
Con la presencia del profesor Carriquiry en la clausura del Seminario abrimos ya una nueva etapa. Él nos habló de la alegría de evangelizar con esperanza, nos hizo presente la cercanía del Papa, del que es un gran amigo desde hace años por ser ambos latinoamericanos y porque han trabajado juntos mucho en estos años. Como laico con responsabilidades en la Santa Sede, nos presentó un camino nuevo para el laicado en nuestra Archidiócesis, por un lado de unidad entre nosotros y con nuestros obispos y, por otro lado, con la necesidad de salir fuera, de ir hacia las periferias. Todo ello a través de una vida cristiana y comprometida, y especialmente donde hoy más se necesita: en los campos social, cultural, económico y político Siempre desde la esperanza cristiana. Junto a este objetivo, y complementario, está el de abrirnos plenamente a las nuevas tecnologías de la información, para llegar a más personas.
Se habla ya de cierta “descentralización” del Seminario
Algo así. Físicamente, el Seminario ampliará su presencia en al menos cuatro pueblos de la provincia. Además, nos coordinaremos no solo con el Instituto Superior de Ciencias Religiosas, sino también con el Centro de Estudios Teológicos y otras instituciones académicas, para ofrecer una programación de nivel que pueda llegar a muchos.
