Archidiócesis de Sevilla

Esperanza y diversidad son las palabras más repetidas por José Francisco Durán, delegado diocesano de la Pastoral Juvenil, al preguntarle por el pulso de la juventud sevillana. Un colectivo que aún guarda cultura religiosa, ya perdida en otras diócesis, que “vibra” –en palabras de Durán- con las cosas de Dios, que tiene gusto por la oración, las celebraciones y la caridad; Una juventud que invita a la alegría desde la Iglesia. Este sacerdote, responsable de la pastoral desde hace dos años, destaca algunas iniciativas llevadas a cabo en los últimos meses y adelanta los retos que deberá afrontar la delegación el próximo curso.

Pregunta:  Aún quedan previstas algunas actividades para el verano y no podemos decir que el curso ha terminado para la Pastoral Juvenil, pero de lo vivido hasta ahora ¿qué balance hace?

Respuesta: Un balance muy positivo La sensación es que se está trabajando y sembrando mucho, y ya estamos viendo los frutos. Los jóvenes tienen mucha sed de Dios y responden muy bien, a su manera, pero responden. Aunque sin duda hay que seguir trabajando duro.

P: El hito más cercano es la peregrinación a Santiago y la participación en la Asamblea Nacional de la Acción Católica, ambas este verano. ¿Qué puede contar al respecto?

R: Al Camino de Santiago irán 200 jóvenes, de realidades muy diversas, a los que acompañaremos ocho sacerdotes. Saldremos el 21 de julio de Sevilla, tras la Misa de envío, para empezar desde Mondoñedo el camino del norte, hasta el día 30, en el que está prevista la vuelta. Previamente, el día 8, hemos organizado una etapa preparatoria en la que caminaremos 20 kilómetros por la ruta de la plata, desde Guillena. Desde el punto de vista pastoral, con esta peregrinación esperamos que los jóvenes se encuentren con el Señor y que desde la interioridad y la espiritualidad que sólo te da el Camino de Santiago descubran el camino que Dios quiere para ellos.

En cuanto a la Asamblea de Acción Católica será un momento de reflexión sobre la situación de las parroquias y cómo actuar ante la misma. Aquí los jóvenes de Sevilla tienen mucho que aportar.

P: Este curso se han puesto en marchas diversas iniciativas interesantes que han sido todo un éxito. Hablamos de las Noches de Cultura y Fe o un grupo de acompañamiento para parejas de novios. ¿Qué otras propuestas ha hecho la Pastoral Juvenil?

R: Efectivamente, este curso hemos iniciado las Noches de Cultura y Fe que ha dejado patente que un joven puede dedicar la noche de un viernes a hablar de Dios, de patrimonio y de arte. Se trata de una iniciativa que esperamos consolidar el próximo año. Respecto al grupo para novios, ha sido una experiencia preciosa, de comunión, en la que buscábamos que los jóvenes vivieran su noviazgo día a día como creyentes y confiamos en poder exportar estos grupos a más parroquias. Por otra parte, hay que destacar la participación en los Adoremus cofrades, recordando el gran hito del Jubileo de las Hermandades y Cofradías celebrado el pasado mes de noviembre. Estos encuentros ante el Señor han fomentado que la juventud cofrade se integre en actividades diocesanas y también ha permitido que la Archidiócesis conozca la grandeza de estos grupos. Además, estos Adoremus se enmarcan en el contexto de las Misiones Populares, donde es importante hacerse presente.

P: Pero estos no son los únicos proyectos a los que se le ha dado forma desde la Delegación de Juventud. También se han desarrollado diversas propuestas formativas.

R: Sí, estamos muy contentos con la formación ofrecida. Por un lado, el taller de acompañamiento a jóvenes –un objetivo marcado por la propia Conferencia Episcopal- ha sido un primer paso importante para capacitar a los responsables de grupos jóvenes de las distintas realidades en la Archidiócesis. Por otro, estamos gratamente sorprendidos por la creación de cinco nuevos grupos de Acción Católica en distintas parroquias.

P: Igualmente destacable son las actividades de ocio y tiempo libre, o la oferta espiritual…

R: Por supuesto. Podemos señalar los retiros y ejercicios espirituales para jóvenes, la celebración de la Pascua, la Vigilia de adoración por los cristianos perseguidos, la Misa por la Paz o la marcha por la sierra norte de Sevilla en torno a la encíclica Laudato Sii. Todas son actividades que han tenido una gran acogida y que esperamos poder repetir y mejorar el próximo curso.

P: Un curso que viene cargado de retos y novedades:

R: Empezando por unos grupos de misioneros que queremos crear en las parroquias. Se trata de una apuesta de la Pastoral Universitaria, la Pastoral Vocacional y la Pastoral Juvenil, que busca ofrecer apoyo y acompañamiento a los grupos jóvenes de la Archidiócesis, con el fin de dinamizarlos y revitalizarlos. También tenemos el reto de integrar todas las realidades diocesanas juveniles (parroquias, hermandades, colegios, movimientos…), y dejar de vivir como realidades distintas. El fomento del voluntariado es otra asignatura pendiente de la Pastoral Juvenil, porque pese a ser una de las mayores demandas de los jóvenes, no se puede hacer de cualquier manera, tenemos que transmitir que hay que darse por amor al hermano, no por lucirse.

Por otra parte, a nivel interdiocesano tenemos varias citas importantes, entre ellas el Encuentro de Delegaciones de Pastoral Juvenil del Sur, en el que está prevista una peregrinación. Pero sin duda, el mayor reto es el Sínodo de los Jóvenes, que tendrá lugar en el otoño de 2018, una oportunidad única para analizar la realidad que vive la juventud actualmente. Creo que desde la Archidiócesis de Sevilla hay mucho que aportar y mucho trabajo por hacer en este sentido.

P: Por último, ¿qué le está aportando personalmente estos dos años de servicio en la Pastoral Juvenil?

R: Mucho, de hecho, dudo que haya ningún sacerdote más feliz que yo ahora mismo (ríe). Es duro y difícil porque el Señor ha puesto en mis manos un tesoro tan sagrado como son los jóvenes pero estoy descubriendo muchísimas cosas sobre Dios cada día gracias a ellos. Puedo decir que estoy viviendo una segunda juventud y que ellos me contagian su entusiasmo, su alegría y sus ganas de trabajar. Estoy muy agradecido por esta experiencia.