Familias por el Reino de Cristo, una extensión del Apostolado de la Oración entre las familias
Las Familias por el Reino de Cristo (FRC) nacen a partir de Jóvenes por el Reino de Cristo (JRC), cuando estos, con el paso de los años, se casan y tiene hijos. El carisma, no obstante, se mantiene: “Es un lugar de encuentro, una plataforma que comparte la espiritualidad del Apostolado de la Oración, cuyos miembros viven que ‘todo redimido por Cristo debe ser redentor con Cristo’. La característica principal del Apostolado de la Oración es el ofrecimiento de obras que hacemos diariamente, en el cual ofrecemos todo a Dios y somos conscientes de que Dios tiene un corazón, que Dios nos ama a todos con amor misericordioso”, explica Federico Jiménez de Cisneros, responsable en la diócesis de FRC.
En este sentido, es destacable que tanto JRC como FRC no se consideran un movimiento como tal, sino una espiritualidad a la que se suman jóvenes y familias que ya pertenecen a otros grupos o participan en diversas pastorales. Así, señala Jiménez de Cisneros, “en el caso de FRC, cada familia vive su entrega en la Iglesia en una realidad concreta, generalmente en su parroquia: Hay quien está dedicado a la catequesis, a grupos de oración, a matrimonios, a formación, a liturgia, a otros movimientos parroquiales… Y viven la espiritualidad del Apostolado de la Oración. Cada familia, por tanto, está presente en su parroquia, pero no formando un grupo aparte, sino entregado a la realidad eclesial de cada comunidad parroquial, y la vocación al apostolado la vivimos con la oración, el trabajo, las alegrías y los sufrimientos de cada día”.
Concretamente en la Archidiócesis hispalense hay alrededor de medio centenar de familias que se integran en las FRC, participando principalmente en los encuentros, peregrinaciones o en la Vigilia de Adoración anual, “que son actividades nacionales, así como en las convivencias y actividades espirituales tales como Ejercicios o retiros”.
Respecto a la peregrinación, añade el responsable en Sevilla, “cada año se realiza a Fátima antes de Cuaresma, en la cual se respira el ambiente mariano del santuario y se profundiza en la necesidad de la conversión. Por su parte, la Vigilia Nacional de Oración tiene lugar en el Cerro de los Ángeles y está centrada en la adoración a Jesús en la Eucaristía durante el mes de junio”.
Familias conforme al Corazón de Cristo
Estas actividades tienen su propio itinerario espiritual: “Los encuentros nacionales tienen un lema y todo gira en torno al mismo; los Ejercicios Espirituales siguen las indicaciones de San Ignacio de Loyola; los retiros se hacen en función del tiempo litúrgico (Adviento, Cuaresma, Mes de la Virgen, Mes del Sagrado Corazón…) y se procura recibir formación continua del Magisterio de la Iglesia, difundir y estudiar los documentos del Papa y de los obispos españoles”, apunta Federico Jiménez de Cisneros. Por tanto, “más que un itinerario de formación, hablamos de un suplemento de formación. Es decir, cada grupo tiene su propia formación y las actividades que organiza el Apostolado de la Oración y FRC pretenden completarla”.
En definitiva, FRC ayuda a las familias a “conocer y profundizar en el misterio del amor misericordioso de Dios, porque Dios tiene corazón y Dios está vivo en la Eucaristía. Después, cada uno hace lo que el Señor le pone por delante en la realidad donde vive”. Asimismo, asegura el responsable, “es importante conocer el riquísimo Magisterio de la Iglesia que existe acerca de la familia, que es ‘Iglesia doméstica’ y que socialmente es fundamental para el futuro”.
En lo personal, concluye Jiménez de Cisneros, formar parte primero de JRC y luego de Familias por el Reino de Cristo ha sido “una suerte”. Recuerda especialmente al jesuita Luis María Mendizábal, “al cual debemos mucho, ya que fue el principal animador de los Encuentros Nacionales de JRC y ha pasado a la historia como un extraordinario promotor de la espiritualidad del Corazón de Cristo. Alguien ha definido FRC como ‘familias conforme al Corazón de Cristo’. Pues a eso es a lo que aspiramos, nada más y nada menos”.