FUNDACION CARDENAL SPINOLA DE LUCHA CONTRA EL PARO
La obra, que tiene su sede en el Arzobispado y en la que todos sus miembros son voluntarios, está encomendada a la protección del Beato Cardenal Spínola, que se distinguió a principios del siglo pasado por su lucha contra las desigualdades sociales y la pobreza.
Su finalidad es la reflexión sobre temas sociales, la realización de actividades formativas para acceder al trabajo y el estudio y financiación de proyectos concretos de empleo, con el asesoramiento de personas experimentadas y de la Cámara de Comercio de Sevilla. Desde su creación hasta fines del año 2010 además de realizar múltiples cursos de formación profesional, y numerosos cursos de técnicas de búsqueda de empleo, la Fundación Cardenal Spínola ha financiado 262 proyectos de pequeños negocios, bajo la modalidad de autoempleo, desde kioscos de prensa y frutos secos hasta librerías, papelerías, artesanía, cerrajería, pasando por un taller de restauración de muebles, venta de ropa, frutería, jardinería, peluquerías, tiendas de regalo, etc. Todo ello ha posibilitado, sin gastos y sin pérdida de tiempo en la tramitación, la creación de unos cuatrocientos puestos de trabajo y una ayuda económica de 977.907, 09 euros, provenientes casi exclusivamente de donativos y suscripciones. El sistema empleado ha sido la entrega de cantidades pecuniarias, a través de lo que se ha llamado microcréditos, con una característica propia puesto que no se exigen ni intereses ni avales. De la misma forma, la Fundación no persigue ningún beneficio en los proyectos que financia. Busca únicamente que sirvan para el desarrollo personal y familiar de quien los acomete.
Otra actividad importante de la Fundación es el estudio de los problemas sociales con el fin de ir creando entre nosotros una decidida conciencia social enraizada en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia. En este sentido se han publicado documentos de estudio y divulgación en colaboración con las Facultades de Ciencias Económicas, Empresariales y de Derecho de la Universidad de Sevilla sobre las relaciones laborales ante el nuevo escenario socio-económico, el desempleo en Andalucía, la situación laboral de la mujer en nuestra región, la globalización, la inmigración y el empleo, la economía sumergida, etc. También se publican hojas trimestrales de información y se han organizado jornadas de estudio.
Si en 1990 tenían pleno sentido los fines y actividades de la Fundación Cardenal Spínola, en el año 2012 la formación de la conciencia social de solidaridad con los parados y todas las actividades que realiza la Fundación para mitigar el paro y sus consecuencias están más justificadas que nunca. No es cuestión de repetir las cifras y porcentajes de parados en Andalucía y en España. Son, por desgracia, sobradamente conocidos. Precisamente porque las cifras son pavorosas, porque soy consciente del sufrimiento y del deterioro que el paro produce en tantas familias, de las sequelas psicológicas que produce en tantos hermanos nuestros, llamo a la puerta de los corazones de los buenos cristianos de Sevilla para que ayuden a la Fundación con sus donativos o suscripciones mensuales, trimestrales, semestrales o anuales. Por mi parte, recuerdo a los rectores de la Fundación que cuentan con el afecto, el aprecio y el apoyo más explícito del Arzobispo, dispuesto siempre a ayudarles en lo que esté en su mano.
?En la noche de la vida, nos juzgarán del amor? dice bellamente San Juan de la Cruz. Así será indudablemente. La caridad, la compasión, los sentimientos de piedad con los pobres y con los que sufren serán los criterios supremos de discernimiento en el momento crucial del Juicio. Entonces el Señor llamará benditos y les franqueará la puerta de la gloria a aquellos que han acogido y servido a los hambrientos y sedientos, a los que no tienen un techo donde cobijarse, a los desarrapados, a los enfermos o encarcelados. Entonces comprenderemos cuánta verdad encierra lo que nos dice San Juan en su primera carta: ?No podemos decir que amamos a Dios a quien no vemos si no amamos al prójimo a quien vemos?.
Cada uno de nosotros participamos al menos el domingo en la Eucaristía, que siempre nos pone en el camino de los hermanos. Ella es ?sacramento de piedad, signo de unidad y vínculo de caridad?, como escribiera San Agustín. En el cuerpo de Cristo entregado y en su sangre derramada tenemos todos la mejor escuela de fraternidad y de servicio gratuito. Junto a la Eucaristía, aprendemos a ponernos a los pies de los parados para servirles, a ponernos de su parte y en su lugar, a acogerlos y ofrecerles compasión, afecto, ayuda y amor abnegado.
Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.
+ Juan josé Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla