Hakuna, revolución del amor por Cristo Eucaristía
Hakuna es una «gran familia eucarística», como la definió el papa Francisco, de la que forman parte miles de jóvenes de toda España y que, en octubre de este año, cumple tres años de vida como Asociación Privada de Fieles.
Lo que comenzó como un grupo de música alrededor de las adoraciones al Santísimo Sacramento convocadas por José Pedro Manglano, sacerdote del Opus Dei, en la parroquia de San Josemaría Escrivá de Madrid, se convirtió en el año 2017, en un movimiento apostólico denominado Hakuna.
En Sevilla concretamente, Hakuna se congrega en la Parroquia de Nuestra Señora del Buen Aire, cuyo párroco, Borja Núñez, dirige junto al equipo organizador, los encuentros semanales.
Jaime Pastor y Carlos Corredera han asumido parte de la organización de las actividades dirigidas a estudiantes universitarios y a profesionales. Ambos consideran que sus vidas, como la de cientos de jóvenes más, «han sido revolucionadas por el amor de Cristo».
«Deseamos colaborar con el Espíritu Santo y contribuir a transfigurar las realidades cotidianas, viviendo con empeño, con alegre cara de resucitados, la Vida en mayúscula que nos regala Cristo», explican.
«Hakuna lo conformamos cristianos que juntos seguimos a Jesucristo compartiendo un estilo de vida al servicio de los demás, arrodillados ante Cristo Eucaristía», explica Jaime.
Los miembros de Hakuna se dividen en cuatro grupos: universitarios, jóvenes profesionales, matrimonios y frontera (que incluye parejas de novios y recién casados), a través de cuatro ejes de actividades; los Compartiriados, los Revolcaderos, las Escapadas y los God Stop.
Oración y adoración permanente
Ayudar al crecimiento de la vocación cristiana como una vida nueva en el Espíritu y fomentar el empeño por experimentar esta vida nueva desde la Eucaristía, cuidando Sagrarios, promoviendo adoraciones y oraciones, son algunos de los objetivos de Hakuna.
«Dios me ha permitido a través de este grupo, integrar lo espiritual y lo material, reflejar la belleza y alegría de Dios, aprender a disfrutar del presente y de lo que uno tiene entre manos, amar todo lo creado, profundizar en la presencia de Dios en mi vida y permitir que la fuerza de la resurrección actúe en mi existencia», menciona Carlos Corredera, quien confiesa “experimentar la cercanía del amor de Dios, arrodillado ante su presencia”.
Los jóvenes de Hakuna tienen la misión de hacer de lo ordinario, cosas extraordinarias como, por ejemplo, «sonreír cada día a todas las personas con las que nos cruzamos en la calle, mirar a los ojos a quienes tratemos, dedicar con frecuencia tiempo y corazón a los que sufren, comenzar cada día con un momento de oración en el que agradecer el don de la vida, escoger un sagrario y cuidarlo, procurando un acompañamiento permanente» señala Jaime.
Reconocen que cuando «se reúnen cientos de jóvenes para cantarle y orarle a Jesús con el corazón entero, la confianza en Dios sobre su amor radical por cada uno de nosotros crece desmedidamente, es tan real que no habría palabras para explicarlo».
Monseñor Asenjo impartió catequesis a los jóvenes
Monseñor Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla impartió una catequesis a más de 150 jóvenes pertenecientes a Hakuna, en la Parroquia Nuestra Señora del Buen Aire, seguida de una adoración eucarística, a inicios del mes de febrero.
Ocasión en la que reflexionó sobre “los aspectos vitales que tienen que cuidarse en una pastoral juvenil seria, sin descuidar nunca la oración, la asistencia a la santa misa, la confesión permanente, el apostolado sin complejos y la entrega a los más pobres”.
Por su parte, Borja Núñez, párroco de Nuestra Señora del Buen Aire mencionó que “el ambiente creado por todos los jóvenes es muy agradable, ocasión que propicia semanalmente la confesión”.