Herminio González, una vida entregada a una pasión: la música
«He tenido mucha suerte en la vida, he podido practicar aquello para lo que yo estudié y me formé». De esta forma resume el canónigo Herminio González sus 39 años de dedicación absoluta a la música en el seno de la catedral de Sevilla, donde ha sido maestro de Capilla desde que llegara a la capital hispalense en 1984 procedente de Roma. Palentino de cuna, el pasado mes de diciembre culminó su dedicación a esta tarea dirigiendo por última vez el repertorio musical en los cultos con motivo de la solemnidad de la Inmaculada Concepción. En adelante seguirá profundizando en una de las ocupaciones que más tiempo le ha llevado: la investigación en la música del Renacimiento. Tiene en puertas una obra magna sobre este tema.
Un palentino en Sevilla
Nació el 23 de noviembre de 1945 en Villambroz (Palencia), obtuvo el cargo de Maestro de Capilla de la Catedral de Sevilla por concurso de méritos en 1984 y es canónigo emérito desde 2020. Realizó sus estudios en el Real Conservatorio Superior de Madrid, donde obtuvo el título de profesor superior de Musicología. Entre 1979 y 1985, recibió una beca para ampliar estudios musicales en el Pontificio Istituto di Musica Sacra de Roma donde obtuvo también la licenciatura en Música Sacra y el doctorado en Musicología.
Ha ocupado una cátedra de Musicología en el Conservatorio Superior Manuel Castillo de esta capital hasta su jubilación en el curso 2011-2012, donde ha impartido muchas de las asignaturas de Musicología, entre ellas las de Canto Gregoriano, Notación Musical, Música de tradición oral, Escuela Sevillana de Polifonía, Instituciones litúrgico-musicales y otras.
En 1987 consiguió, por concurso de méritos, el cargo de maestro de Capilla de la Catedral de Sevilla, encargándose de los seises, cuya institución cimentó, elevó y solidificó, y de la Coral Polifónica de la Catedral.
Es autor de varios libros y artículos musicológicos publicados en revistas nacionales y extranjeras; entre ellos, varios sobre compositores y maestros de capilla de la catedral de hispalense (siglos XVI-XX). En la actualidad está terminando un libro sobre la notación musical de la antigua liturgia española, tema en el que lleva trabajando desde hace casi cuarenta años.
Entre otros reconocimientos, fue nombrado académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en 2020.