Homenaje en Castilblanco de los Arroyos a su párroco, Pablo Colón
El sacerdote diocesano Pablo Colón, párroco del Divino Salvador de Castilblanco de los Arroyos, fue nombrado el pasado 5 de mayo Hermano de Honor por la Hermandad de Escardiel, de la que actualmente es su director espiritual. El nombramiento se hizo efectivo durante la celebración de la Función de la Hermandad y en ésta la Junta de Gobierno reconoció “la labor pastoral y espiritual realizada hacia la hermandad e iniciada por nuestro director espiritual desde su llegada a la localidad en 2014 y muy especialmente desde el año 2017, en el cual tuvo lugar la Venida de Nuestra Señora de Escardiel por un periodo de cuatro meses, en los que se obtuvieron numerosos frutos pastorales”. Además, con este título, han querido destacar el “especial cariño y afecto con el que Pablo Colón siempre ha dirigido esta hermandad, de la que se hizo hermano efectivo en el año 2017”.
Al respecto, el párroco ha asegurado sentirse “muy emocionado” con este nombramiento y cómo su ministerio sacerdotal ha sido guiado por la devoción a la Virgen: “todos los destinos anteriores en los que he servido siempre han estado bajo la advocación de una Virgen y bajo la mirada de María. La advocación del Rosario en Brenes, del Rocío en Villamanrique, del Valle en Ecija y de la Caridad en Santa Aurelia”. Finalmente, recuerda cómo cuando llegó a Castilblanco de los Arroyos, Escardiel “era para mí un nombre escondido en una devoción de la que me quedaba todo por descubrir”. Rememora, así mismo, que, durante su primera semana, el entonces Hermano Mayor, quiso invitarle a conocer la ermita y a conocer la Virgen, “en un momento íntimo y muy especial. Desde ese momento puse mi misión parroquial y mi servicio a este pueblo también en manos de Santa María de Escardiel”. En esta línea, Colón ha señalado que “hay devociones que atraviesan tu vida, salen a tu encuentro y te acogen, te atrapan para siempre”.
Por último, con respecto a la feligresía, ha confesado que “a través de la mirada” de la Virgen de Escardiel ha descubierto “a mucha gente buena, sencilla y humilde”.