Archidiócesis de Sevilla

Justo antes de que la Virgen de los Ángeles, sobre su excelso paso de palio, sea llevada a la Catedral para su coronación canónica, conocemos la triste noticia del fallecimiento de Fray Ricardo de Córdoba, el religioso capuchino que tan estrecha relación ha mantenido con las hermandades de Sevilla y de toda Andalucía, siendo numerosísimos los cultos que en ellas ha predicado.

Últimamente, Fray Ricardo tuvo la encomienda pastoral en nuestra ciudad de ser director espiritual de las hermandades de los Negritos y de Montesión, compaginando ambos cargos. Su traslado desde Sevilla a Jerez ya hacía más difícil su labor, que tuvo que dejar, aunque seguía vinculado con la hermandad de lo Negritos, donde era, por así decirlo, el gran mantenedor de su secular espíritu franciscano.

Desde aquí quiero honrar con cariño la memoria de Fray Ricardo, a quien debemos no solo incontables homilías en quinarios, septenarios (presumía de haber predicado varias veces el de la Macarena) y novenas (de muchas patronas de toda España), sino también una fecunda labor como diseñador artístico de obras de bordado, orfebrería y talla. Pero sobre todo destacaba su gran devoción a la Virgen, como así expresaba en sus predicaciones y en la conversación cotidiana.

Tuve ocasión de tratar con él en muchísimas ocasiones, especialmente cuando hemos coincidido en actos de hermandades. Conociéndole, no creo que él esté de acuerdo en que calificamos su muerte como un acontecimiento triste, aunque los cofrades de Andalucía verdaderamente sienten su pérdida. Además de transmitir en todo momento su simpatía y entusiasmo apostólico, haciendo los kilómetros que hicieran falta de acá a allá, Fray Ricardo era un testigo de la alegría y la esperanza de los que han conocido a Jesús y le siguen hasta la vida eterna. No se cansaba de hablar a los demás de San Francisco de Asís y del carisma franciscano, que es un permanente canto a la vida que Dios tan generosamente nos entrega.

Que la Virgen Santísima, Reina de los Ángeles y del Santísimo Rosario, conduzca el alma de Fray Ricardo a la presencia de Cristo Resucitado.

Foto: hermandadlosnegritos.org