Archidiócesis de Sevilla

La dignidad e integridad de la persona, el bien común, el equilibrio entre libertad de expresión y la educación para el discernimiento en el uso de los medios de comunicación fueron los temas más relevantes contenidos en el Decreto Conciliar Inter Mirifica sobre los cuales disertaron ayer, 5 de abril, los ponentes durante la cuarta sesión del VIII Seminario de estudios laicales ‘Miguel de Mañara’, actividad organizada por la Delegación diocesana de Apostolado Seglar.

La apertura de la plenaria estuvo a cargo del delegado diocesano de Medios de Comunicación, Adrián Ríos, que consideró que ante el cambio de época en el seno de los medios de comunicación, la fácil accesibilidad al mundo digital para informarse de manera gratuita, el intrusismo en la profesión de “amateurs” y la relevancia de la publicidad para el sostenimiento de los medios tradicionales se requiere la presencia activa de cristianos en todos los ámbitos de la comunicación social para hacer presentes los criterios que puedan iluminar la toma de decisiones. “Ejercer el periodismo implica la formación y educación en las buenas prácticas y uso de la comunicación, no todo lo que se publica vale, edifica y humaniza. El Decreto Conciliar Inter Mirifica debe ser la carta magna que ilumine a los periodistas cristianos”, expresó. Expuso además que los comunicadores católicos pueden encontrar discernimientos para el ejercicio de su profesión en el Evangelio, el Catecismo y la Doctrina Social de la Iglesia, con miras a la formación permanente que no abarque solamente la técnica sino el conocimiento de Dios a través de su Palabra.

Seguidamente, Joaquín López Sáez, director territorial de COPE en Andalucía, manifestó que la acción cristiana en los medios de comunicación debe suponer compromisos éticos, solidaridad y opción preferencial por los pobres y marginados. “En COPE estamos inspirados en el humanismo cristiano”, dijo.

Por su parte, Juan de Lara, delegado general de la Agencia EFE en Andalucía, precisó que el acceso a la información es un derecho y, por tanto, ésta “debe ser honesta, propiciando el diálogo y la paz duradera”. “Los medios de comunicación solamente sirven a la libertad cuando están sirviendo a la verdad”, por lo que recomendó a los periodistas cristianos “resistir a las presiones y no tener miedo porque es el servicio a la verdad el faro que debemos mirar”.

De igual forma, José Joaquín León, consejo editorial del Grupo Joly, argumentó que la publicidad es necesaria para mantener en funcionamiento los medios de comunicación, de modo que esos compromisos económicos no resulten contrarios al bien común.

Mientras que Javier Rubio, redactor jefe de ABC de Sevilla, subrayó que el periodismo es un acercamiento a la verdad, por tanto, “el comunicador católico tiene el deber de llevar la esperanza al mundo y a la sociedad casi nihilista que estamos viviendo”. “Sentir cómo vibra el corazón de quien se ha encontrado con Jesús no tiene palabras, la búsqueda de la esperanza es el primer apostolado que debemos ejercer con caridad”. En esta línea, apuntó que el periodismo es una profesión en la que urge redescubrir la humildad, porque “cada uno de nosotros evangeliza a través de la forma en la que se porta ante los demás”. Rubio subrayó también durante su intervención que “la Iglesia no es una estructura, la Iglesia somos todos, por ese motivo debemos asumir la evangelización con alegría”.

Adrián Ríos, concluyó citando el último mensaje para las Jornadas de las Comunicaciones Sociales del papa emérito Benedicto XVI: “Debe haber una coherencia y unidad en la expresión de nuestra fe y en nuestro testimonio del Evangelio dentro de la realidad en la que estamos llamados a vivir, tanto si se tratara de la realidad física como de la digital. Ante los demás, estamos llamados a dar a conocer el amor de Dios, hasta los más remotos confines de la tierra”.