Jornada académica en la Facultad de Teología con motivo de la festividad de Santo Tomás de Aquino
La Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla acogió la mañana de este jueves la Jornada Académica por la festividad de Santo Tomás de Aquino, patrón de las instituciones académicas universitarias católicas. Con la celebración de la Eucaristía en la capilla mayor del Seminario Metropolitano de Sevilla, presidida por el arzobispo de Sevilla y gran canciller de la Facultad, monseñor José Ángel Saiz, inició el programa de actos previsto para este día.
Seguidamente, en el salón de actos de la Facultad de Teología, el arzobispo de Turín y obispo de Susa, monseñor Roberto Repole, pronunció una lección magistral bajo el título “Una propuesta eclesiológica. El Pueblo de Dios en la forma del Cuerpo de Cristo”.
A la Jornada Académica asistieron el presidente – decano de la Facultad de Teología, Manuel Palma; el Vicedecano de Ordenación Académica, Miguel Ángel Garzón y el Vicedecano de Relaciones Institucionales, Pablo Díez, junto al claustro de profesores, sacerdotes del clero sevillano, seminaristas, estudiantes de la Facultad, personal de administración y servicio.
Iglesia, pueblo de Dios
Durante su intervención, monseñor Repole, afirmó que en los últimos dos siglos han surgido amplios estudios en el campo de la eclesiología, algunos de ellos muy especializados, cuyos estudios e investigaciones personales en los últimos veinte años podrían resumirse en el enunciado “de la Iglesia como pueblo de Dios en la actual forma del cuerpo de Cristo, hecho tal por el poder del Espíritu Santo”. A partir de allí ofreció una disertación a modo de ensayo de algunos capítulos de la eclesiología sistemática.
“La Iglesia es misterio y, de acuerdo a lo recogido por los padres conciliares, es un misterio encarnado en la historia, es decir, el pueblo de Dios. La Iglesia como cuerpo histórico es, en la perspectiva de Lumen Gentium, el pueblo de Dios”. En este sentido, “el elemento diferenciador del pueblo de Dios con otros pueblos de la historia es la acción salvífica de Dios, por lo tanto, es una realidad social que se estructura según los dinamismos de la fraternidad”.
Al término de la ponencia se procedió a la entrega de los títulos académicos del curso 22-23.
Celebración eucarística
En su homilía, mons. Saiz expresó que hay una hermosa analogía entre «ser estudiante y ser peregrino. En primer lugar, estudiar es un camino, y la Facultad de Teología recuerda que los alumnos han de ser estudiantes de por vida, que la formación es permanente, es que el estudio ha de ser un hábito para siempre, que privilegio el estudio específico con sus propios ritmos, métodos y objetivos específicos, pero el estudio como actividad humana siempre debe ser cultivado».
Instó al alumnado «a estudiar con profundidad y constancia, en apertura a los demás, sin contentarse con verdades parciales, procurando una comprensión cada vez más profunda, amplia e integral de la realidad».
