La Coronación de la Virgen, de Domingo Martínez
Con motivo de la coronación de la Virgen de la Victoria, presentamos hoy un magnífico lienzo que se encuentra en la Capilla de la Fábrica de Tabacos, sede canónica de la Hermandad de las Cigarreras.
Se trata de una obra que permaneció anónima hasta 1998, año en que el profesor Enrique Valdivieso la da a conocer como obra de Domingo Martínez, fechable entre 1730-1740.
Domingo Martínez es el pintor sevillano más importante de la primera mitad del siglo XVIII, nacido probablemente en 1688; fue discípulo de Lucas Valdés y murió en 1749. Su estilo mezcla armoniosamente la pervivencia del estilo murillesco, de tanto peso en la pintura sevillana, con el influjo de la pintura francesa, a la que tuvo acceso gracias a artistas como Jean Ranc, primer pintor de la Corte a quien conoció durante la estancia de Felipe V en Sevilla entre 1729 y 1733.
Sus obras principales son el conjunto decorativo de la Iglesia del Colegio de San Telmo,las pinturas del retablo mayor de la iglesia del Buen Suceso, la Inmaculada de la iglesia de San Lesmes en Burgos, la Santa Bárbara y el San Juan Bautista para la iglesia de Umbrete, o el retrato de D. Luis de Salcedo y Azcona del Palacio Arzobispal, para quien realiza también las pinturas de la Capilla de la Virgen de la Antigua de la Catedral. Hay que destacar igualmente los frescos de la Iglesia de San Luis y la serie de los carros alegóricos de la Real Máscara de la Fábrica de Tabacos, que se conservan en el Bellas Artes de Sevilla.
La coronación de la Virgen mide 176 x 134 cm y muestra a María ocupando el centro del cuadro, el cual queda conformado por una composición triangular definida por la cruz que sostiene Cristo, el brazo de Dios Padre y la propia figura de la Virgen, y cuyo vértice sería el Espíritu Santo.
María se muestra vestida con túnica blanca y manto azul y dirigiendo su mirada hacia su Hijo Jesucristo quien, junto con el Padre, está coronándola con una corona formada por doce estrellas. La Virgen está arrodillada sobre una nube rodeada de ángeles de indudable influencia murillesca, siguiendo el esquema iconográfico de la Asunción de María.
Las primeras representaciones de este episodio muestran a la Virgen siendo coronada por su Hijo, como se ve en el tímpano de la puerta de la Catedral de Notre Dame de Senlis, en Francia, fechada en 1190. Igualmente, el mosaico del ábside de la Basílica romana de Santa Maria Maggiore, obra de Jacopo Torriti de 1295, muestra a Cristo coronando a su Madre. A partir del siglo XV se comienza a representar la Trinidad coronando a la Virgen, lo cual nos recuerda que al igual que María ha sido destinada a ingresar en la vida de la Trinidad, también nosotros somos llamados a insertarnos en la intimidad del amor trinitario.
Antonio Rodríguez Babío
Delegado diocesano de Patrimonio Cultural
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