La Archidiócesis de Sevilla se suma a la celebración de la Jornada del Migrante y el Refugiado
El próximo domingo, 27 de septiembre, la Iglesia Universal celebra la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2020 bajo el lema “Como Jesucristo, obligados a huir”.
Este año, el papa Francisco ha decidido dedicar esta Jornada al drama de los desplazados internos, una situación a menudo invisible, que la crisis mundial causada por la pandemia de la COVID-19 ha agravado. La Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado trata de poner rostro a estas personas vulnerables rescatándoles de las listas anónimas de cifras, tratando, además, de sensibilizar a la comunidad cristiana que reconoce a Jesús en cada persona obligada a huir.
Jornada del Migrante en la Archidiócesis de Sevilla
Al respecto, la Delegación diocesana de Migraciones, con ocasión de esta jornada, invita a participar de la Eucaristía que presidirá Salvador Diánez, delegado de Migraciones, en la parroquia de Ntra. Sra. de los Remedios de Sevilla a las ocho de la tarde.
“En un principio, podríamos pensar que en nuestra ciudad o, de manera más general, en nuestro país, no existen propiamente desplazados internos, pero tal y como nos indican nuestros obispos en su mensaje para esta Jornada ¿No son desplazados internos las víctimas de trata que en nuestro país se desplazan huyendo de las mafias? ¿No son desplazados internos quienes por las consecuencias económicas de la pandemia han tenido que cambiar de provincia, ciudad, barrio o casa? Y quienes han quedado al margen del sistema, engrosando el colectivo de pobreza severa ¿no son desplazados internos? ¿Cómo llamamos a los que han seguido llegando a nuestra patria en estos días terribles de crisis sanitaria y deambulan de un lugar a otro?”, interpela Salvador Diánez.
En esta línea, “sería favorable poder contar con vuestra presencia en este día tan especial y significativo para tantos hermanos migrantes y para nosotros mismos como comunidades cristinas llamadas a acoger, proteger, promover e integrar a tantas personas obligadas a huir de sus lugares de origen, abandonando con dolor y tristeza a sus familias y amigos, sin la certeza de poder reencontrarse nuevamente con ellos”.
También, desde la delegación diocesana de Migraciones se ha elaborado un subsidio litúrgico del que podrán disponer en las parroquias que acojan esta Jornada Mundial del Migrante y Refugiado en sus eucaristías el próximo domingo 27 de septiembre.