LA HORA DE LOS LAICOS
Comienza el mes de Febrero, que viene cargado de acontecimientos en la Iglesia de Sevilla. El día 13 llegará la Cuaresma, y nuestras hermandades se irán preparando con más intensidad para la Semana Santa. El día 17 será el tan esperado Via Crucis Diocesano de las hermandades con motivo del Año de la Fe. Pero también Febrero es el mes de la Campaña de Manos Unidas, y son inminentes las Jornadas de Cristianos y Vida Pública. Asimismo, el pasado lunes comenzó oficialmente la rehabilitación de la casa de Cursillos de Cristiandad.
A pesar de lo que algunos crean, somos una Iglesia viva. Son muchísimas las actividades que las parroquias, por ejemplo, llevan a cabo aunque no tengan una especial resonancia porque no llegan siquiera a aparecer en los medios (justo es decirlo: porque tampoco en las parroquias nos preocupamos demasiado en difundir las noticias). Sin embargo, el verdadero índice de lo que estamos haciendo no es la cantidad de actos que se programen, sino nuestra capacidad de dar testimonio de Jesucristo. Y este índice se nos antoja a todos como bastante mejorable, de ahí la llamada permanente a la nueva evangelización y al anuncio de Jesucristo.
Por eso ha llegado la hora de los laicos. Llegó hace algún tiempo, cuando el beato Juan XXIII iniciaba y el próximo beato (Dios lo quiera) Pablo VI culminaba el Concilio Vaticano II. A este respecto, en Sevilla hay una fecha significativa: el Sínodo Hispalense de 1973, convocado por el Cardenal Bueno Monreal para asumir las enseñanzas conciliares de las que él fue testigo de primera mano y que supuso, entre otras cosas, el punto de partida para depositar la confianza en los seglares para ser copartícipes de la misión de evangelizar. Los ritmos en la Iglesia están exentos de prisas y apresuramientos, así que podemos decir sin mentir que esa hora se sigue prolongando hasta hoy.
Doy gracias a Dios por el laicado sevillano, por que haya tantas personas de buen corazón y buena fe que gastan su tiempo, arrancándolo al trabajo, al ocio o a otras actividades, para ofrecerlos a Cristo de tan variadas formas. Pero también debo decir que nos hace falta un mayor compromiso por parte de los que quizás les cueste un poco más ofrecer el bien más preciado que tenemos: el tiempo. Ojalá sigamos creciendo en esa línea, porque nos hace falta la labor de los seglares.
De esa hora de los laicos tuvimos una buena muestra en “El Espejo de Sevilla” del pasado viernes, cuando contamos con la presencia del movimiento Cursillos de Cristiandad, representado por su presidente en Sevilla, Fernando Parra, para presentarnos la campaña “Ladrillos de Colores” para la rehabilitación de la Casa de Cursillos de San Juan de Aznalfarache, tan necesaria. Y en medio del torbellino de presuntas (y otras no tan presuntas) corruptelas políticas, el secretario de la Asociación Católica de Propagandistas y director general de la Fundación San Pablo Andalucia CEU, Juan Carlos Hernández Buades, nos presentaba las VI Jornadas Católicos y Vida Pública, que tendrán lugar en el Campus de Bormujos con el oportuno lema de “El compromiso de los cristianos en la vida pública”, y nos animaba al optimismo respecto a la visión de la política, y especialmente de la implicación de los cristianos en la política.
En cualquier caso, son los laicos los protagonistas de este cargado mes de febrero en la Archidiócesis de Sevilla. En las hermandades, en Manos Unidas, en la Fundación CEU San Pablo o en Cursillos de Cristiandad. Los laicos, los seglares, es decir, los que no son curas ni monjas. Tú mismo, tú misma, que estás leyendo este blog. La Iglesia necesita más que nunca el compromiso de los seglares. Lo dijo ya hace 50 años el Concilio Vaticano II y sigue siendo verdad.
PD: ¿Nos merecemos los sevillanos caminar entre basuras? Creo que no. Al menos espero que los pasos que irán al Via Crucis del Año de la Fe, para entonces, no tengan que hacerlo.
Marcelino Manzano.
(Twitter: @Marce_Manzano)