La Iglesia celebra la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico el 5 de julio
Bajo el lema ‘El transporte y la movilidad: creadores de trabajo y contribución al bien común’, la Iglesia en España celebra el 5 de julio la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico, en el Día de San Cristóbal, patrón de los conductores.
Coincidiendo con el inicio de los desplazamientos masivos, el Departamento de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española promueve esta celebración que este año pone el acento en la importancia del transporte y la movilidad humana como generadores de puestos de trabajo.
En esta línea, los obispos han publicado un mensaje en la que lamentan la grave crisis laboral y económica provocada por el coronavirus que afecta de lleno al transporte: “Han sido meses en que muchos vehículos han tenido que estar parados por la COVID-19, en los que en muchos hogares no ha habido ingresos, pero sí gastos y muchas pérdidas económicas. Aún hoy, hay quienes lograrán reanudar, a duras penas, su trabajo habitual”. A todos ellos han dirigido palabras de ánimo y apoyo, asegurando que “la Iglesia quiere salir a vuestro encuentro y estar cerca de vosotros”.
Igualmente, exhorta a “no dejar solos” a los “compañeros vuestros a quienes el prolongado periodo de inactividad les ha dejado en una situación precaria” y piden que “les demos la mano, según nuestras propias posibilidades. Seamos buenos samaritanos para nuestros hermanos”.
Hacer el bien: conducir con responsabilidad, sin prisas, pensando en los demás
Con este eslogan, desde la Pastoral de Carretas buscan concienciar sobre la importancia de “pasar haciendo el bien, a pesar del estrés y la tensión que conlleva a veces el trabajo”, porque “conducir bien es un modo de ejercitar el sentido de responsabilidad y la caridad; es un acto moral”.
Al respecto, los obispos recuerdan en su mensaje las palabras del papa Francisco, quien advierte que “el escaso sentido de la responsabilidad está causado por unas prisas y una competencia asumidas como forma de vida que convierte al resto de conductores en obstáculos”. En definitiva, señalan, “la forma en que conducimos es una expresión de nuestra bondad”, por ello recomiendan rezar a San Cristóbal, patrón de los conductores, para que “nos ayude a conducir en las debidas condiciones, no por temor a la multa, sino por amor a Dios y respeto a mi prójimo”.
Finalmente, concluyen su mensaje animando a “no cejar en la educación vial a los niños y jóvenes de edad escolar, así como a concienciar a todos los conductores y peatones que, en buena parte, la seguridad vial depende de cada uno de nosotros, de cómo conducimos y nos comportamos. Decimos en buena parte -matizan-, porque somos conscientes de que hay muchos puntos negros en nuestras carreteras que también constituyen un grave peligro para poder terminar felizmente el viaje”.
Además, el Departamento de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española ha preparado un subsidio litúrgico para celebrar esta Jornada en las parroquias, que puede descargar a continuación.
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