La Iglesia con Beirut
El pasado 4 de agosto Beirut, la capital del Líbano, sufría dos explosiones que han causado ya más de un centenar de muertos, miles de heridos y daños materiales incalculables.
Como consecuencia, numerosas oenegés e instituciones se han movilizado para enviar ayuda a la zona. La Iglesia es una de ellas.
Destaca la acción de Manos Unidas que tiene en marcha seis proyectos en Líbano, por un importe total de 295.000 euros para dotar de alimentos básicos y atención sanitaria, psicológica y educativa a la población más vulnerable. Proyectos que ya se venían desarrollando gracias a socios locales antes de las explosiones y que ahora han visto incrementadas sus demandas.
Al respecto, la oenegé católica señala que el proyecto que se ha visto más gravemente afectado es el Howard Karagheusian Medical Centre, un centro de salud con el que Manos Unidas colabora desde hace años. La clínica fue creada para atender a la numerosa población armenia del barrio, que se estableció en Líbano hace un siglo, huyendo del genocidio. A día de hoy atiende fundamentalmente a la población siria refugiada, 70.000 de los 150.000 habitantes del barrio. No obstante, el director del centro, Serop Ohaian, confiesa sentirse agradecido porque “estamos vivos. Menos mal que cerramos el centro médico a las cuatro de la tarde y las explosiones fueron a las seis. El centro ha quedado inutilizable, pero nuestro personal está bien y no hemos tenido que lamentar víctimas”.
La llamada de auxilio de Cáritas Líbano
Por su parte, Cáritas también ha ofrecido su ayuda a las necesidades actuales de Líbano. Concretamente, se ha movilizado la red internacional de Cáritas para lanzar un plan de emergencia, coordinado por la secretaría general de Caritas Internationalis, para asistir a las víctimas, al que Cáritas Española va a destinar 15.000 euros. «Muchos heridos están siendo atendidos en nuestros centros de atención primaria, que están desbordados. Necesitamos de casi todo, incluidos alimentos para distribuir entre la población afectada», ha alertado Rita Rhayem, directora de Cáritas Líbano, que reconoce que la “situación es terrible, desastrosa y crítica”.
Finalmente, el secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John, ha recordado que las explosiones en el puerto de Beirut han causado una nueva herida al Líbano, un país que ya estaba en una situación crítica debido a la crisis económica, la violencia, la pandemia originada por la COVID-19 y las consecuencias de las sanciones económicas impuestas a Siria. «La comunidad internacional –ha reclamado— debe intervenir de forma urgente e incondicional para ayudar a la población. Es necesario apoyar los esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil y, en particular, de Cáritas Líbano, que está presente en todo el país, para asegurar las necesidades básicas y urgentes».