La Iglesia en Sevilla despide al padre Ayarra con una emotiva misa
La Iglesia en Sevilla ha despedido esta mañana al canónigo organista de la Catedral, José Enrique Ayarra, que falleció el pasado domingo a los ochenta años de edad. Y lo ha hecho en el curso de una Eucaristía celebrada en el Altar Mayor de la Catedral, en la que de forma simbólica no ha sonado el órgano, el instrumento al que Ayarra dedicó casi toda su vida y que ha permanecido velado durante toda la celebración en señal de luto. No ha habido una sola nota musical, más allá de los cantos gregorianos del Cabildo, entonados como ‘sonora’ despedida a quien tanto contribuyó desde su magisterio al enaltecimiento de Dios. “Sólo buscaba la gloria de Dios”, ha apuntado monseñor Asenjo en una homilía en la que ha desgranado algunos aspectos de la personalidad de “un sacerdote excelente”.
El Arzobispo ha agradecido la contribución del maestro Ayarra “al ars celebrandi del que tantas veces nos ha hablado el papa Benedicto XVI”, y ha subrayado la vertiente musical de este sacerdote aragonés que llegara a Sevilla de la mano del cardenal Bueno Monreal. “Poseedor de todos los títulos posibles en el campo de la organística, deja un recuerdo imborrable como organista eminente, seguramente el más importante de las catedrales españolas en la segunda mitad del siglo XX y el nuevo milenio”, ha subrayado.
En su alocución ha destacado los 1.111 conciertos que José Enrique Ayarra ofreció por todo el mundo, dato que avala su consideración como uno de los mayores maestros a nivel mundial. El Arzobispo ha desvelado una conversación en la que le reconoció que “el arte es un servicio a la evangelización, y que el artista es como un misionero de un don perenne”.
Ante el féretro con el cadáver del padre Ayarra, monseñor Asenjo ha dado gracias a Dios “por el don precioso de la vida que le concedió hace casi 81 años, y por las muchas gracias que le regaló”, y ha hecho hincapié en el vacío que ahora sentirán “los fieles que cada mañana escuchaban su homilía en la misa de ocho y cuarto en la Capilla de Nuestra Señora de la Antigua”.
El Arzobispo ha concluido su homilía pidiendo a Dios por las vocaciones, ya que “nuestra Archidiócesis, en el corto espacio de cinco meses, ha visto partir a trece beneméritos sacerdotes”.
Además del Cabildo y de sus compañeros sacerdotes, ha sido numerosa la presencia de organistas y representantes del ámbito musical sevillano que han querido despedir al padre Ayarra en su último paso por la Catedral que siempre fue su casa. Entre ellos el organista de la Catedral de Jerez, Ángel Ortas, Carlos Navascues, Miguel Ángel García, Jesús Ciero, Fernando Caro, Ángel Justo, el también sacerdote Alfonso Peña o el compositor Abel Moreno.
(Imagen de Manuel Moreno).