La Archidiócesis recuerda a sus sacerdotes y diáconos fallecidos
En la capilla real de la Catedral de Sevilla se celebró ayer una Eucaristía por los sacerdotes y diáconos difuntos durante los últimos doce meses.
La Misa estuvo presidida por el obispo auxiliar, monseñor Teodoro León, y estuvo concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Ramón Valdivia, y el deán de la Seo, Francisco Ortiz. Asimismo, han participado casi una treintena de sacerdotes diocesanos y numerosos fieles.
Monseñor Teodoro León comenzó su homilía haciendo referencia al salmo 122 que se leyó durante la misa, el que “nos invita a levantar la mirada del corazón hacia la Casa del Señor, hacia el Cielo”.
Continuó recordando la fiesta de Todos los santos y de los fieles difuntos, dos celebraciones que “nos ayudan a percibir mejor el misterio de la Iglesia en su totalidad y a comprender cada vez más que la vida debe ser una espera continua y vigilante, una peregrinación hasta la vida eterna”. No en vano, apuntó, “ya han alcanzado esta meta definitiva nuestros hermanos difuntos”. Concretamente recordó a los sacerdotes diocesanos fallecidos: Moisés López Méndez, José Robles Gómez, Florencio Bernal Barriuso, Antonio Hiraldo Velasco, Julián Novoa Rivas, José Galán Becerra; a los sacerdotes religiosos: Francisco García Rodríguez, OFM; Alberto Pereda Martínez de Osaba, SSCC; Blas Márquez Bernal, CMF; Emilio García Álvarez, OP; y a los diáconos fallecidos: Rafael Andino Sánchez, Fernando Molina de Porras, Manuel Gutiérrez Fernández y José Prieto Periñán.
Más adelante, durante su homilía, monseñor Teodoro León señaló que “podemos hacer de nuestra existencia una ofrenda agradable a Dios” como lo hicieron Manuel González-Serna Rodríguez y 19 compañeros mártires, que el próximo sábado serán beatificados en la Seo hispalense.
Finalmente, encomendó a los sacerdotes y diáconos difuntos de la Archidiócesis de Sevilla a la misericordia divina.