La Pastoral Universitaria inicia el curso en El Rocío
El Servicio de Asistencia Religiosa de la Universidad de Sevilla (SARUS) celebró el pasado fin de semana una convivencia de inicio de curso en la aldea de El Rocío, con la colaboración de la hermandad filial de la Línea de la Concepción (Cádiz) que ha cedido generosamente su casa. El SARUS “ha recargado las pilas” durante este encuentro y de nuevo se ha puesto al servicio de los universitarios de la hispalense, de la mano de su director, el sacerdote Álvaro Pereira.
Paula Sáez, universitaria, ha explicado que los estudiantes pudieron disponer de la ermita “para nosotros solos, donde, en presencia de la imagen de la Virgen de El Rocío”, celebraron la Eucaristía nada más llegar. Posteriormente, los más de sesenta jóvenes participaron en una dinámica para conocerse mejor.
Durante la mañana del sábado tuvo lugar un tiempo de retiro y oración que culminó con un particular rezo del rosario, que José Francisco Durán, delegado diocesano de la Pastoral Juvenil, dirigió en colaboración de los jóvenes.
Tras la comida, se llevó a cabo una Pechá-Kuchá, que consistió en la exposición de cinco temas de actualidad en relación a la vida del estudiante universitario: La profesión de la ciencia y la técnica desde la vida del cristiano; de cómo las humanidades nos hacen verdaderamente humanos; el diálogo entre estudio y oración; el famoso B1: cómo Dios te puede acercar a Él a través del estudio de lenguas… Esta actividad concluyó con un diálogo en pequeños grupos, donde los jóvenes estuvieron compartiendo ideas y “creciendo en espíritu crítico”, apunta Sáez. La tarde llegó a su fin con la celebración de la Eucaristía, en compañía de otras Hermandades de El Rocío.
Además de los momentos de oración y fe, también hubo tiempo para el ocio y la diversión, “como la pequeña celebración post-cena –explica esta universitaria-, siguiendo las palabras del Papa, los cristianos no pueden estar tristes. Es precisamente el Espíritu Santo quien nos guía: Él es el autor de la alegría”.
Ya el domingo, los jóvenes recibieron una charla-diálogo a cargo del ingeniero Luis García sobre cómo ser cristiano en el mundo del trabajo.
“Ha sido un fin de semana donde hemos podido iniciar el curso, preparándonos de manera espiritual. Igualmente, el encuentro entre universitarios, nos da fuerzas para empezar con el ritmo frenético de clases, conferencias, prácticas y demás retos que la Universidad demanda de nosotros; pero, sobre todo, lo que más nos ha enseñado, ha sido a vivir el Evangelio de Cristo, un año más, en la Universidad”, concluye Paula Sáez.