Archidiócesis de Sevilla

El Dicasterio para la Cultura y la Educación, que preside el cardenal José Tolentino de Mendonça, ha comunicado al arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, el decreto por el que se aprueban tanto los estatutos como los planes de estudio de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, por un período de cinco años. Con esta aprobación por un quinquenio se cierra el periodo ad experimentum propio de las instituciones de reciente creación.

En la citada comunicación se felicita tanto a los responsables de la facultad como “a todos aquellos que participan de la vida académica” del centro. Además, se destaca que la Facultad de Teología ha cumplido ya cinco años en los que “ha abierto un camino de formación y de evangelización por el bien de la Iglesia en Andalucía”. Desde el dicasterio se augura “que se mantenga ese espíritu de servicio y de calidad”.

Nada más conocer el decreto, el arzobispo de Sevilla ha expresado su “agradecimiento profundo” al Santo Padre Francisco y al Dicasterio para la Cultura y la Educación, “en particular al cardenal Tolentino, por la aprobación de los estatutos y planes de estudio de nuestra Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, signo de confianza y aliento”. Ha enviado también su felicitación “a toda la familia que conforma nuestra facultad: decano-presidente, claustro de profesores, alumnos y trabajadores”. En esta línea, ha mostrado su apoyo “a esta facultad tan emergente y prometedora, llamada a ser un referente en la formación teológica y en la investigación”.

“Comunidad de estudio, investigación y formación”

En el informe previo enviado por el arzobispo a la citada instancia de la curia romana, se subrayaba que la Facultad de Teología “se ha constituido en una comunidad de estudio, investigación y formación”, en la cual “el conocimiento del kerigma se pone al servicio de la tarea de evangelización”. “No en vano -añade-, a través de la investigación y la docencia, la facultad está permitiendo que muchos puedan profundizar mediante el estudio sistemático en el depósito de la fe cristiana, para responder a las cuestiones culturales que se plantean en nuestra época”.

Por su parte, el decano de la facultad, Manuel Palma, ha declarado que la aprobación de los nuevos estatutos implica “seguir avanzando en la consolidación de una institución joven, pero que ya es reconocida en ámbitos académicos y culturales como una referencia teológica de calidad por su docencia y por las iniciativas de investigación que se desarrollan en ella”. En referencia a estos nuevos estatutos, ha destacado que “contribuyen al desarrollo de su misión al servicio de la Archidiócesis de Sevilla, como instrumento de evangelización y así de extensión del Evangelio en medio de nuestra sociedad”.

Historia y tradición

El 24 de septiembre de 2019, en respuesta a la iniciativa del entonces arzobispo, monseñor Juan José Asenjo Pelegrina, se recibió en Sevilla el decreto por el que la Congregación para la Educación Católica procedió a la creación de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. De esta forma, se reconocía el valor del desarrollo histórico de las iniciativas de formación teológica desarrolladas en la Iglesia hispalense, que se remontan al mismo san Isidoro y, más recientemente, a la Pontificia Universidad de Sevilla, fundada en 1897 y al posterior Centro de Estudios Teológicos de Sevilla (1969).

En estos primeros cinco años de vida de la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, este centro se ha erigido en una referencia de calidad y excelencia por sus propuestas académicas, sobre todo en el territorio del suroeste español, contribuyendo fundamentalmente, por medio de la obtención de títulos canónicos oficiales y de títulos propios ofrecidos con el nihil obstat del Dicasterio para la Cultura y la Educación, a la preparación de los futuros sacerdotes y de las personas consagradas, así como de los seglares.

“Un laboratorio cultural”

Todas estas iniciativas docentes se unen al trabajo investigador, especialmente de su cuerpo docente, que han cristalizado en el reconocimiento de las agencias acreditadoras nacionales y en el afianzamiento del servicio de publicaciones, los departamentos, las cátedras o la misma Biblioteca Benedicto XVI, que ha experimentado un importante crecimiento. Al respecto, monseñor Saiz Meneses destaca que la facultad se ha constituido verdadero “laboratorio cultural”, sobre todo, “tendiendo redes y generando sinergias con otras instituciones civiles y eclesiásticas con las que procurar la promoción de sus fines propios”.

Monseñor Saiz Meneses subraya también la vinculación de cinco centros teológicos “que ha puesto la facultad al servicio de otras Iglesias particulares”, y que la facultad se haya consagrado como “un instrumento de formación para los futuros sacerdotes, la vida consagrada y el laicado, en nuestra Archidiócesis y otras diócesis hermanas de España, y de abrir nuestras puertas a diócesis hermanas de Latinoamérica y África”.