La Sillería de coro de la iglesia de Santa Bárbara (Écija)
En origen la iglesia de Santa Bárbara fue un pequeño templo gótico mudéjar de tres naves, al que le será adosada una nueva Capilla Sacramental, diseñada por el arquitecto Antonio de Figueroa, en 1782. Debido a su pésimo estado de conservación tuvo que ser derribada en 1791, encargándose los planos de la nueva iglesia neoclásica al arquitecto Ignacio de Tomás. Las obras se prolongaron más de lo esperado, siendo bendecida finalmente el 22 de marzo de 1855.
La sillería del coro se comenzó a construir en el año 1758, siendo obra de Bartolomé y Antonio González Cañero, maestro escultor y tallista respectivamente. Antes de la demolición de la iglesia mudéjar, la sillería fue desmontada y almacenada, para ser colocada en la nueva iglesia en 1851.
Realizada en madera de caoba y cedro, la sillería se encuentra en el coro, en el penúltimo tramo de la nave central, y es de estilo rococó, constando de 21 asientos. Estudiada profusamente por el historiador astigitano Antonio Martín Pradas, autor de una completa monografía sobre las sillerías de coro de las parroquias y conventos de Écija, la de Santa Bárbara presenta los sitiales asociados en cinco grupos limitados por las dos puertas laterales y dos rinconeras. Los asientos, como es habitual, están formados por un tablero con bisagras para que puedan ser levantados, dejando ver las misericordias decoradas con cabezas humanas talladas, todas distintas. El respaldo del sitial presenta el mismo esquema compositivo a base de un casetón central y cuatro secundarios, formados por molduras geométricas y decoración de rocallas. En los respaldos inferiores aparece una decoración de animales simbólicos y de elementos como la torre, atributo de la santa titular de la iglesia. En lo que respecta a los respaldos superiores, aparecen estructurados en torno a un tondo central ovalado con la representación de santos rodeados de nubes, todos ellos ejecutados con gran calidad, siendo reconocibles por una inscripción que indica su nombre, destacando por su belleza Santa Ana con la Virgen Niña, San Joaquín y San José, así como el que preside el sitial presidencial, la Virgen del Rosario, que presenta además una curiosa escena: en el balcón de una casa señorial aparece una dama, ante la cual dos caballeros se están batiendo con espadas y escudos, no pudiendo confirmar que se trate de un episodio de la vida de Santa Bárbara. Se completa la decoración con águilas y dragones, así como figuras humanas con cola de dragón que portan en la cabeza cestos de flores y frutas. Enmarcando el respaldo, aparecen sendas cariátides de gran belleza.
El conjunto se remata por un friso o cornisa superior decorada por cabezas de ángeles.
Como señala el autor citado, la estructura compositiva de esta sillería es similar a otras anteriores realizadas en Sevilla, guardando especial relación con la que Luis de Vilches realiza en 1736 para la Parroquia de San Vicente.
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