Las Hijas de la Caridad renuevan sus votos en confinamiento
Hoy es un día especial para las Hijas de la Caridad, pues cada fiesta de la Anunciación renuevan sus votos asociándolo al fiat de la Virgen María.
Se trata de un acontecimiento anual en el que cada hermana, en silencio, renueva su voluntad de responder a la vocación, a la vez que garantiza la estabilidad de su servicio a Cristo en la Compañía.
“Para ello –explica María del Carmen Polo, visitadora provincial de las Hijas de la Caridad en España Sur- nos preparamos durante meses, para que esta renovación sea fruto de un planteamiento profundo de nuestras vidas y de un verdadero encuentro con el Señor”.
Sin embargo, este año la celebración se ha visto empañada por la tragedia sanitaria que vive España y el mundo entero a causa de la pandemia provocada por el Covid-19. De este modo, la mayoría de las comunidades no han podido renovar sus votos en el curso de la Eucaristía. En su lugar, señala Polo, “lo hemos hecho con una Liturgia de la Palabra o siguiendo la Santa Misa a través de internet”. En esta línea, en la Provincia de España-Sur, el padre director ha compartido la celebración de la Eucaristía vía streaming.
Al respecto, la visitadora provincial reconoce que están viviendo estos momentos “desde el silencio profundo, la humildad y el dolor”, máxime porque ha coincidido con el fallecimiento de la superiora general, Kathleen Appler, a mediados de este mes de marzo. Debido al coronavirus no pudo ser despedida entre grandes multitudes de sus Hijas, pero sí a través de internet, cuando ayer las comunidades de todo el mundo se unieron en una Liturgia de la Palabra. “Por tanto, actualmente vivimos la situación desde el silencio a través del cual queremos estar más cerca del Señor, sabiendo que hay que pasar por la Cruz para conseguir la redención y estrechamente unidas al sufrimiento de la humanidad”.
En este día tan especial para las Hijas de la Caridad, María del Carmen Polo agradece a todos aquellos que “están tan pendientes de nosotras, que nos felicitan y acompañan; a voluntarios, seglares, medios de comunicación; a toda la sociedad que confía y tanto valora lo que sencillamente tenemos que hacer”.
Asistencia y acogida frente al coronavirus
Con un carisma que destaca por su asistencia a los más necesitados, las Hijas de la Caridad siguen al pie del cañón durante el estado de alarma, cuidando de los colectivos más vulnerables en sus numerosas residencias de ancianos, hogares de menores, casas de acogida y comedores sociales.
“Hasta ahora estamos dando gracias a Dios porque podemos ofrecer todos nuestros servicios sin muchos problemas, adaptándonos y siguiendo las indicaciones ofrecidas para las autoridades sanitarias y el Gobierno de España”, puntualiza Polo.
Asimismo, valora muy positivamente “la creatividad que están tanto demostrando las hermanas como el personal de nuestras residencias de mayores que, pese al confinamiento, tratan de mantener un ambiente festivo y sereno”. También agradece la labor tanto de aquellas personas que mantienen las casas de acogida y los hogares de menores, como de los que continúan en activo en los comedores sociales y hacen llegar bolsas de alimentos a los más necesitados. “Pese a la dramática situación que estamos viviendo, vemos una corriente de solidaridad muy buena, y cómo nuestro personal laboral y el voluntariado extreman sus esfuerzos y su sensibilidad”.
Tras casi 30 años como Hija de la Caridad, María del Carmen Polo considera que “solo desde la fe y la esperanza podemos afrontar estas situaciones de tanto sufrimiento; porque los cristianos sabemos que el mal y la muerte no tienen la última palabra”. Y es ahora, asegura, “cuando debe surgir lo mejor de cada persona, de cada congregación o institución. Es ahora cuando más confianza debemos tener en el Señor”.