LO MEJOR PARA LOS QUE SE FUERON
En el día de la Conmemoración de los Fieles Difuntos, nuestro “Espejo de Sevilla” en la Cadena Cope no hizo puente. Amaneció un día otoñal, brumoso y gris, como para acompañar la nostalgia de la jornada en que la Iglesia ora por todos los que nos preceden en el camino hacia la eternidad de la presencia del Señor.
Días melancólicos en que los cementerios de nuestros pueblos reciben numerosas visitas, y son muchos los que depositan flores en las tumbas de sus seres queridos. Es loable este gesto de amor hacia los que ya no están, pero últimamente se está descuidando mucho, en mi opinión, el mejor gesto de amor que podemos tener con nuestros difuntos, desde el punto de vista de que somos creyentes en Jesucristo. Está muy bien, sí, ofrecer flores, limpiar engalanar lápidas y sepulturas, y así debe hacerse, porque se trata de lugares bendecidos donde el cuerpo espera la resurrección.
Pero el mejor gesto de cariño hacia los que partieron de este mundo es ofrecer por ellos el santo sacrificio de la misa. La misa por nuestros difuntos. Porque los cristianos celebramos la vida. En la Eucaristía se reza y se ofrece el sacrificio de Cristo como afirmación de la fe en la resurrección y como constatación de que no sabemos si vamos al encuentro del Padre suficientemente preparados, y por eso hay que pedirle misericordia para que nos abra las puertas de su Reino.
No dejes de dar a esa persona a la que tanto echas de menos la mejor muestra de amor y de fe en que vive para siempre. Regálale tu oración al Señor y la Eucaristía por su alma.
PD: Tras abrir el programa del pasada viernes con palabras muy parecidas a éstas, me escribe un querido compañero sacerdote para congratularse por haber escuchado por fin en la radio hablar sobre la misa como sacrosanto sacrificio de Cristo. Tradicional, exacta y bella forma de hablar del misterio fundamental de la fe. Para qué buscar palabras nuevas cuando algo está tan bien dicho.
Marcelino Manzano.
(Foto: Miguel Ángel Osuna)
